Novedad editorial

San Sebastián, protagonista de una nueva y espídica serie de novela negra

El escritor vasco Peru Cámara debuta en la ficción con 'Galerna', localizada en la ciudad guipuzcuana, protagonizada por un forense, una bióloga marina y un miembro de la Ertzaintza

Peru Cámara , escritor

Peru Cámara , escritor / Beñat Gereka / Duomo Ediciones

Elena Hevia

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En una terraza de la playa de La Concha, en San Sebastián, Peru Cámara (Portugalete, 1978) señala los puntos geográficos donde explosiona su primera novela, ‘Galerna’ (Duomo). El escritor lleva una sudadera con el número de isbn del libro y en la espalda, la explicación del fenómeno atmosférico. Esto es: “Temporal súbito y violento con fuertes ráfagas de viento, lluvias torrenciales y aparato eléctrico que suele azotar algunas zonas del mar Cantábrico y el golfo de Vizcaya”. Frente a él, la isla de Santa Clara y a su espalda, el palacio de Miramar. A su izquierda se extiende la playa de Ondarreta y más allá, el Peine del Viento, esas garras dramáticas que Eduardo Chillida situó cerrando la bahía, donde ahora Cámara coloca un cadáver flotando que encuentra una corredora justo en el momento en que la policía ha dado la voz de alarma porque se avecina la famosa galerna y pocos son los que se atreven a acercarse a la costa.

‘Galerna’ se lee a un ritmo endiablado no solo porque su atmósfera la marca una tormenta vertiginosa sino porque está construida a contrarreloj en una acción concentrada desde las 9 de la noche del viernes 23 de agosto del 2019 -cuando mascarilla era todavía una palabra poco frecuente- hasta las 10 de la mañana del día siguiente. Sus protagonistas son un joven forense en prácticas con ganas de comerse el mundo, una bióloga marina y un maduro y degradado ertzaina. Pero tanto o más protagonismo adquieren las emblemáticas localizaciones de una ciudad que hasta el momento no ha sido demasiado transitada por los autores vascos de novela negra que más cuentan como Mikel Santiago o Ibón Martin, aunque sí por un irlandés, Benjamin Black / John Banville, que llevó hasta aquí a Quirke, su melancólico patólogo.

Peru Cámara, en la playa de Ondarreta, en San Sebastián.

Peru Cámara, en la playa de Ondarreta, en San Sebastián. / Beñat Gereka / Duomo Ediciones

Tras la estela de Nesbo

 “Esta es una ciudad muy formal, amable y bonita y me pareció que mancharla con un asesinato un tanto sórdido podía estar guay. Espero que me lo perdonen los donostiarras porque yo vengo de la margen izquierda de Bilbao, no soy de aquí”. De hecho, la idea creció en el autor durante un paseo junto a su pareja por esta misma playa a las puertas de una galerna. “Esta ciudad tiene un ‘thriller’”, se dijo, mientras se guarecían en un bar cercano esperando que aquello pasara rápido. De ahí, y de sus muchas lecturas de Stieg Larson y especialmente de Jo Nesbo, salió el primer capítulo que marca el ritmo trepidante de una acción estudiada milimétricamente que está pidiendo a gritos su adaptación televisiva. “Supongo que ese carácter visual de la novela viene por mi pasado como realizador en televisión. Se puede decir que pienso en secuencias y sobre todo en planos”.

Como toda novela negra que se precie, ‘Galerna’ no está exenta de crítica social. Hijo de Portugalete, de ese lugar del Gran Bilbao mayoritariamente obrero, Cámara es muy consciente de haber hecho una novela protagonizada por trabajadores, por tres ‘pringaos’ que en su afán de revelar la verdad se enfrentan a poderes superiores como el estamento político, la Iglesia o, tratándose del País Vasco, la gastronomía: “En Euskadi llevamos 40 años con el PNV en el poder y eso ha propiciado que se haya diluido la frontera entre lo público y lo privado, lo que es muy peligroso porque se terminan tomando decisiones sin que nadie te lleve la contraria”. Respecto al clero no se extiende mucho: “La realidad supera la ficción”, zanja. Y en el capítulo gastronómico constata una burbuja sobredimensionada que nadie se ha atrevido a pinchar: “A ver, los vascos estamos muy orgullosos de nuestra cocina y yo mismo cuando voy a uno de esos restaurantes alucino. Pero es verdad que los cocineros vascos se han convertido en semidioses y está prohibido decir nada malo de ellos”.  

La apuesta de Cámara promete, por eso ha decidido subirla en la próxima entrega de una serie que empieza aquí y que puede dar mucho de sí. “Será la hostia”, asegura riendo.

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