Concierto

Estopa libera la tensión de la era pandémica en el Fòrum

Los hermanos Muñoz desataron la fiesta con las canciones de su último álbum, ‘Fuego’, y el repaso a sus dos décadas de carrera ante 25.000 personas, su récord de convocatoria en Barcelona, en un concierto que dedicaron "a la gente que nos ha dejado en el camino" tras dos años de covid-19

Concierto de Estopa en el Parc del Fòrum de Barcelona

Concierto de Estopa en el Parc del Fòrum de Barcelona. /

Jordi Bianciotto

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Si hay una foto ilustrativa de cómo hemos pasado página del calvario pandémico (mientras no se indique lo contrario) es la del Parc del Fòrum bailando, cantando a pleno pulmón y celebrando la vida, este sábado, a golpe de rumba y rock de barrio por obra y gracia de Estopa. Sin distancias, por fin, ni mascarillas, ni mayores rigideces en un concierto liberador, que los Muñoz venían arrastrando desde 2020, con dos aplazamientos en el camino, y que multiplicó si cabe el efecto del 20º aniversario (más dos) que envuelve la torpedeada gira ‘Fuego’.

Desahogo abajo y arriba del escenario, refrescando la vieja normalidad con el repertorio más físico posible, en contraste con la contención de sus conciertos del verano pasado, pocos y reducidos. Familiaridad total con su público más amplio de su currículo barcelonés, 25.000 personas, mezcla de cuarentañeros y de sus fogosos vástagos. Los Muñoz podrán envolver sus ‘shows’ con una pantalla de video de alta definición más grande que la de C. Tangana, pero el tono coloquial no cambia, como rubricó ese “¡qué pasa, peña!” de bienvenida con el que saludó David tras abrir el melón con ‘Tu calorro’ y ‘Vino tinto’. 

Entradas entre paños

El ’código Estopa’, a todo tren, con esas súbitas aceleraciones que volvían lelos a sus primeros productores y su alma rumbera con guitarras de rock subido de tono (Anye Bao, director de la banda, a la batería, con camiseta de AC/DC) en las arrolladoras ‘Vacaciones’ (“¡venga esas palmas, Catalunya!”) y ‘Partiendo la pana’, esta con irónico preámbulo jazzístico y desenlace de danza eslava. Concierto con constantes cambios de tercio (‘El último renglón’, balada de diván, especialidad de David) y una dedicatoria, tras estos dos años de espera, “a la gente que nos ha dejado en el camino”. Y un agradecimiento “a todos por no devolver las entradas”.

David y Jose no disimularon su orgullo por manejar, a estas alturas, las cifras de convocatoria más abultadas. “Esta cosa tan grande se nos ha ido de las manos”, confesó el mayor de los Muñoz. “Ni teloneros, ni invitados…” Ciertamente, Estopa no necesitó de mayor reclamo que su cancionero, con ‘La raja de tu falda’ y ‘El del medio de Los Chichos’ dominando de nuevo, y abriendo el atril a cinco temas ausentes en sus conciertos de 2021.

Ahí estuvieron los rescates de ‘Te vi te vi’, sobre las visiones ultramontanas de su abuela Juliana, ‘Vuelvo a las andadas’ y esa apología del desvarío cervecero llamada ‘Paseo’. Y en el bis, una rareza, ‘Escúchame princesa’, canción de amor de su maqueta previa al primer disco, y la introspectiva ‘Tan solo’. Temas queridos por el núcleo ‘hardcore’ de sus seguidores, salpicando un tramo final cuyo clímax, siguiendo el guion secular, lo puso ‘Como Camarón’, muesca última de la noche, literalmente, más grande de Estopa en Barcelona.

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