66º edición del festival de la canción

Eurovisión 2022: análisis de las 5 canciones favoritas de la primera semifinal, por Jordi Bianciotto

Ucrania domina las apuestas para la primera de las dos cribas, que tendrá lugar este martes, camino de la final del sábado en Turín, pero no hay que desestimar las canciones presentadas por Grecia, Noruega, Holanda y Portugal

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Subwoolfer, Maro, S10, Amanda Tenfjord y Kalush Orchestra

Subwoolfer, Maro, S10, Amanda Tenfjord y Kalush Orchestra

Jordi Bianciotto

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Ucrania. ‘Stephania’, Kalush Orchestra

La canción del martirizado país eslavo centra las apuestas, con un 48% de posibilidades de victoria, si bien los euro-expertos advierten que no hay que fiarse (también Bosnia suscitó simpatías en los 90 y nunca llegó a ganar). Tema cantado íntegramente en ucraniano (por segunda vez en la historia), que Oleh Psiuk, su cantante, dedica a su madre: “Cánteme una canción de cuna, mamá / quiero oír tu voz nativa”. La Kalush Orchestra, bautizada en honor a la localidad natal de Psiuk, funde hip-hop y folk, ‘beats’ electrónicos, parrafadas de rap y una flauta pastoral.


Grecia. ‘Die together’, Amanda Tenfjord

Balada intensita con tratamientos electrónicos y ‘crescendo’ dramático-aparatoso, acerca de una relación que vive su ocaso. “Ha sido un año infernal / y hemos pasado miedo / A punto de rendirnos / Pero si ahora morimos juntos / siempre nos tendremos el uno al otro”, suspira Amanda Klara Giorgiadis Tenfjord, griega de madre noruega, nacida y crecida en el país nórdico. Ella iba para médica, pero dejó la carrera para apostar por la música, donde ha adquirido experiencia en ‘talent shows’ (se clasificó en ‘The stream’) y ha colaborado de la banda pop noruega Highasakite.  


Noruega. ‘Give that wolf a banana’, Subwoolfer

Aullidos de lobo acompañan a este cántico de fuerte base rítmica, con un punto tribal, que lanza un mensaje interpretable en múltiples claves, incluida la favorable a la vacunación contra el covid: “Y antes de que ese lobo se coma a mi abuela / dale un plátano al lobo”. La banana curativa la suministra Subwoolfer (nombre que juega con la concordancia de ‘lobo’ y ‘subwoofer’, el altavoz para frecuencias graves), un misterioso trío integrado por unos tales Keith, Jim y Dj Astronaut, identidades ataviadas con trajes y máscaras de lobo detrás de las cuales figura, todo apunta, el entente cómico Ylvis.


Holanda. ‘De diepte’, S10

Una materia de delicada actualidad, la salud mental, gravita en torno a este tema, tejido con guitarras acústicas y desarrollo creciente, que es “un tributo a la tristeza y a los recuerdos que llevas contigo”. Así lo ha afirmado Stien den Hollander, su intérprete (y coautora), con dos álbumes en su haber y de quien ha trascendido su historial clínico asociado a la depresión y al desorden bipolar. ‘De diepte’ (‘la profundidad’) es la primera canción en holandés que presentan los Países Bajos (un ‘grande’ de Eurovisión, con cinco victorias) desde 2010.


Portugal. ‘Saudade, saudade’, Maro

Cinco años después de la victoria de Salvador Sobral, Portugal vuelve a apostar por una canción apartada de las coordenadas pop, una pieza serena que invoca el sentimiento de melancolía con fibras acústicas, coros y palmas, y que Maro compuso durante una estancia en Brasil. Ella es Mariana Secca, lisboeta que dejó atrás su vocación de veterinaria para estudiar música en la reputada escuela de Berklee (Boston) y emprender un camino que la ha llevado a colaborar no solo con Sobral sino también con Eric Clapton, Jacob Callier y la brasileña Rosa Passos.

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