Polémica

Rosalía: ¿quién fija el precio de las entradas?

El valor de un billete depende de una multitud de factores y parte desde el coste de producir el propio evento. Sin olvidar que esto es un negocio, claro.

Rosalía se emociona durante el primero de sus dos conciertos en Barcelona por la gira de 'El Mal Querer'

Rosalía se emociona durante el primero de sus dos conciertos en Barcelona por la gira de 'El Mal Querer' / Ferran Sendra

Ignasi Fortuny

Ignasi Fortuny

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Los enredos sobre las entradas de los macroconciertos son un tema cíclico. Toca periódicamente cuando giran artistas de tamaño gigante con hordas de fans esperando verles en directo aunque sea desde muy muy lejos -"siempre quedan las pantallas gigantes", se consolarán algunos-.

Así, a pesar de las muchísimas ganas del seguidor de ver a su cantante favorito -llámale X o, en el caso que nos ocupa, Rosalía-, muchos de ellos se quedan fuera del evento. Hay más demanda que oferta. Y este es el principal motivo de la existencia de una de las pesadillas de la industria: la reventa.

A Rosalía le están dando palos por lo que pide por los billetes de los conciertos de la gira de su último disco, el aplaudido a rabiar 'Motomami'. Pero, ¿lo pide ella? No. O no solamente. Pero, ¿intervienen/conocen ella o su equipo los precios? Sí. El precio de una entrada de un evento de este calado (en el caso de Rosalía en Barcelona, dos Palau Sant Jordi consecutivos, unos 15.000 asistentes por día) depende de muchísimos factores, indican fuentes del sector.

Hay cosas muy evidentes que se van sumando poco a poco al tíquet. Como todo aquello que un artista necesita para desarrollar el 'show' que tiene pensado: recinto, equipo de sonido, luces, ¡el propio escenario!... Todo el material -y personal, no solo músicos- que se necesita para el bolo, que puede ser mejor, más grande, más moderno, más lo que sea... Y eso hace que también sea más... caro. En definitiva, multitud de costes de producción que dependerán, en parte, de la propuesta artística.

Algunos ejemplos vulgares. Si el cantante quiere tirar petardos después de cada canción, eso tiene un coste. Si el artista va con una numerosa orquesta, eso tiene un coste. Si el grupo quiere pantallas gigantes por todas partes para reproducir visuales diseñados para el evento, eso tiene un coste. Y así.

Hasta los 306 euros

Antes de nada, el rango de precios para ver a la artista catalana en Barcelona va de los 45,50 a los 107,50 euros (entre medio hay diferentes niveles dependiendo de la posición en la grada). Además de estos boletos, hay entradas VIP (acceso prioritario, párking, buenas localidades, comida, bebida...) que se disparan hasta los 306 euros. Los precios de las entradas generales cambian un poco dependiendo de la localidad de la gira y, en el caso de los premium, varían en función de lo que incluyan.

Pero, al grano, ¿quién establece el precio? Pues hay dos actores que establecen su valor partiendo, como hemos contado anteriormente, del coste de producir un macroconcierto: la promotora, en este caso la multinacional Live Nation, de acuerdo con el/la cantante, es decir, Rosalía. Entre ambos acaban de coser las decisiones artísticas y la espectacularidad del 'show', asumiendo los costes del mismo. Costes que acabarán repercutiendo en el precio final que paga el espectador.

Más allá de las comentadas, hay más variables que entran dentro del precio del tíquet. Continuemos: la promotora paga un caché al artista, valora el aforo (entradas que podrá ofrecer) con el que cuenta el recinto, hace una previsión de ventas (en el caso de Rosalía es difícil no pensar en un lleno allá donde vaya...) y, con todo este revoltijo, el negocio tiene que, primero, cubrir costes y, después, lograr hacer dinero con él. Ajá. A nadie se le escapa que, evidentemiente, este es el objetivo de todo esto.

Finalmente, en lo que acaba pagando el usuario están los gastos de distribución que se suman al precio del billete anunciado. En la gira de Rosalía las empresas distribuidoras son Ticketmaster y El Corte Inglés. Estos gastos se entienden por los costes de distribuir las entradas: inversión tecnológica de las plataformas y los costes operativos y transaccionales.

La reventa encuentra el hueco

En el caso de Rosalía, los precios de la gira 'Motomami' son superiores a los de la de 'El Mal Querer' (desconocemos si el nuevo espectáculo supone también un incremento de los costes de producción o si la artista ha subido su caché). Funcionó en esa gira la reventa, cosa que preocupó a la artista de Sant Esteve Sesrovires.

En Madrid, en concreto, los precios eran menores que los de otros conciertos similares celebrados también en el Wizink Center. Ahí, muchos reventas vieron el filón. ¿Qué dónde está? En buscar -y comprar y revender- las entradas limitadas en capacidad o desequilibradas en precio. Al ser un activo limitado, al final, siempre -o mejor dicho, a menudo- habrá alguien que acabará pagando X+Y, que es lo que sacan los reventas. Poner el precio final a las entradas no es nunca una calculadora exacta, defienden desde el sector.

Para la actual gira de Rosalía se podían comprar en 'preventa' (registrándote en la web de Live Nation) el miércoles y en 'venta' el viernes. Máximo cuatro entradas por persona, algo que ya intenta limitar la presencia de los reventas. Sin suerte: este jueves en Viagogo, desvergonzado portal de reventa, las entradas ya se venden por dos o tres veces su precio oficial. Las más exclusivas (VIP) para Barcelona van por los mil euros.

Rosalía deslumbra en su primer concierto en Barcelona

Rosalía deslumbra en su primer concierto en Barcelona. / periodico

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