Estrenos de cine

'Ambulance. Plan de huida': Michael Bay, a mil por hora (que ya es decir)

El director más anabólico del cine de acción actual recluta a Jake Gyllenhaal y a Yahya Abdul-Mateen II en esta adrenalítica película que transcurre en su mayor parte en una ambulancia en la que dos atracadores escapan de la policía.

Crítica 'Ambulance. Plan de huida': Michael Bay pisa a fondo, por Nando Salvà

Jake Gyllenhaal y Yahya Abdul-Mateen II, en 'Ambulance. Plan de huida', de Michael Bay

Jake Gyllenhaal y Yahya Abdul-Mateen II, en 'Ambulance. Plan de huida', de Michael Bay / EPC

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

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Regresa Michael Bay y lo hace por todo lo alto, desplegando toda la artillería pesada como solo él lo sabe hacer. Su nueva película ‘Ambulance. Plan de huida’ es un coctel de adrenalina y de situaciones al límite al que es muy difícil resistirse. Es una auténtica locura, pero de esas que te hacen levantarte de la butaca para aplaudir escenas tan inverosímiles que solo se le podían ocurrir a un director que, definitivamente, opera en otro plano de la realidad, en ese en el que la acción se convierte en pura fantasía. ¿Es buena, es mala? Es una película de Michael Bay, con todo lo que ello supone, una auténtica fiesta de desfase al borde del delirium tremens, con un montaje que marea y unas escenas que basculan entre la insensatez y la apoteosis. 

‘Ambulance. Plan de huida’ cuenta la historia de dos hermanos, interpretados por Jake Gyllehaal y Yahya Abdul-Mateen II (la diferencia racial nunca se especifica, para qué). El primero se llama Dany y ha continuado los pasos de su padre como ladrón de bancos. El segundo, Will, ha intentado librarse de ese peso familiar convirtiéndose en un veterano de guerra condecorado, pero ahora el sistema parece haberse olvidado de él: su mujer está enferma y la sanidad estadounidense no se hace cargo de su tratamiento. Un hombre desesperado que tomará decisiones desesperadas, como unirse a su hermano para atracar una enorme sucursal en la tumultuosa ciudad de Los Angeles. A pesar de su título, ninguno de los dos tendrá un ‘plan de huida’. Todo saldrá mal, y su única vía de escape será esconderse en una ambulancia, con un herido de bala en estado crítico, y una paramédica (Eliza González) que tendrá que hacer frente a esta situación al límite de las circunstancias. Las peripecias se sucederán a mil por hora y algunas resultan antológicas y memorables.

“Hacer una película de Michael Bay siempre supone un reto”, cuenta Jake Gyllenhaal en la presentación que tuvo lugar en Madrid. “Y en este caso todavía se complicaba más porque la mayor parte de la trama transcurre en el interior de una ambulancia”. A Gyllenhaal, además de introducirse en este mundo repleto de pirotecnia, le interesaba explorar de qué forma el amor fraternal y la lealtad convierte a su personaje de villano en figura redentora. “Creo que las películas de Michael Bay tienen un punto de nostalgia, se ruedan como en la vieja escuela, se graban en directo, los trucos son reales y eso las convierte en obras muy potentes y especiales. Tienen un regusto clásico en su forma de hacerse”. 

A Yahya Abdul-Mateen II lo habíamos visto en la serie ‘Watchmen’, en el remake de ‘Candyman’ y encarnando a Morpheo en ‘Matrix Resurrections’. Ahora se convierte en un héroe de acción en toda regla. “Si eliminamos las persecuciones, las explosiones y toda la parafernalia, lo que queda es esa ambulancia y lo que ocurre dentro, que es un drama de alta intensidad. Ha sido una oportunidad única a la hora de probar nuevos registros y de experimentar, porque detrás de todo ese ruido, estábamos nosotros, Jake, Eliza y yo intentando, cada uno a su manera, sobrevivir”. 

Figura femenina no sexualizada

Como en todas las películas de Michael Bay, la utilización de armas se convierte en un elemento fundamental (y dudoso). El arsenal de material que despliega la policía de Los Angeles parece no tener límite. De eso, los dos protagonistas prefieren no hablar, pero sí lo hacen sobre la importancia de la diversidad racial en la cinta y sobre el hecho de que, en esta ocasión, la figura femenina no se encuentre sexualizada (como tradicionalmente la había mostrado Bay a lo largo de su filmografía). El personaje de Eliza González es una mujer hispana que se esfuerza por hacer su trabajo lo mejor posible, que es valiente, y que no se amedranta por estar en un mundo de hombres. En realidad, ella es la auténtica jefa de la función. 

En los últimos tiempos, las películas de Michael Bay siempre integran un elemento de profunda insatisfacción en torno a la capacidad de los gobiernos para solucionar los problemas de los ciudadanos, algo que puso especialmente de manifiesto en su feroz sátira en torno al sueño americano titulada ‘Dolor y dinero’. Aquí, el director habla, a su manera, del sistema sanitario, y de qué forma abandona a aquellos que han servido al país. “Creo que la película se encarga de sacar a la luz temas de índole sistémico en el seno de la sociedad americana. Y es interesante cómo de alguna manera se está hablando del individuo en un riesgo de total indefensión frente a las circunstancias, y cómo se encuentra totalmente desvalido frente a una sociedad que le da la espalda”, culmina Gyllenhaal. 

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