Crítica de música

Benmont Tench, la nobleza del rock'n'roll

El músico, excomponente de Tom Petty and the Heartbreakers, ofreció un concierto vibrante en el Blues & Ritmes de Badalona

Benmont Tench, en el concierto que ofreció el sábado en Badalona

Benmont Tench, en el concierto que ofreció el sábado en Badalona / Ferran Sendra

Jordi Bianciotto

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Como él mismo señaló, Benmont Tench se convirtió este sábado en el primer ‘heartbreaker’ en ofrecer un concierto en España tras cinco décadas de andanzas. Mérito del batallador festival Blues & Ritmes, de Badalona, que trajo al reputado pianista expresamente de Los Ángeles, sin mediar gira alguna, una gesta ya planificada dos años atrás y que el covid-19 forzó a aplazar. Tom Petty ya no está aquí, pero Tench no vino solo a evocar su figura o a apaciguar urgencias históricas: pianista de altos vuelos, discurso propio breve, pero con personalidad (un álbum de 2014, ‘You should be so lucky’, y otro en camino), se mostró sobrado de estilo para llevar también a su terreno algunos clásicos ajenos, incluidas un par de festejadas citas a Petty.

Su material en solitario, representado sobre todo por ese ‘The melancholy season’ que lanzará el próximo invierno, reveló profundidad y tensión. Tench es en apariencia un hombre feliz que ha encarrilado su vida en la sesentena, y canciones como ‘Under the starlight’, ‘Not enough’ o la que da título al álbum desprendieron reflexiones adultas quizá un poco crepusculares, pero nada complacientes. Él no deja de ser un músico de rock’n’roll, y se apreció tanto en la naturaleza de esas piezas, distanciadas del estilo de Petty, pero con rasgos incisivos y cierta oscuridad, como en sus digitaciones con carácter.

El rastro de Chuck Berry

Aunque señoreó a placer con el piano, procedió a colgarse la guitarra acústica para abordar un par de temas, incluida esa señora ‘murder ballad’ llamada ‘You should be so lucky’. Su voz podía verse algo faltada de potencia, pero sonó expresiva y cautivadora. Y el cancionero, más allá de su fuerte contenido narrativo, presentó andamiajes robustos e hizo buenas migas con las sacudidas más rocanroleras: ‘Welcome to hell’ (de Mudcrutch, la banda ‘heartbreaker’ seminal) o una vivaz ‘Bye bye Johnny’, de Chuck Berry.

Tench hizo suyos tres clásicos de Petty, ‘Change of heart’, ‘Straight into darkness’ y ‘American girl’, que hicieron aullar al patio de butacas. Y en el bis, la sorpresa de ver subir al escenario a otro gran ‘sideman’ del teclado, Steve Nieve, de viaje exprés desde su residencia en París. Junto al largo cómplice de Elvis Costello (The Attractions y The Imposters) brindó la pacifista ‘(What’s so funny ‘bout) peace, love and understanding’, de Nick Lowe, a cuatro manos, a la que siguió ‘Blowin’ in the wind’, de Dylan. Cerrando, un furioso ‘Rock’n’roll’, de Lou Reed, confirmando hacia donde sigue teniendo orientada la brújula este venerable heredero de una de las grandes sagas de la música americana.

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