El regreso de Antònia Font según Pau Debon, cantante y arma secreta del grupo

Tras la despedida de Antònia Font, el 28 de diciembre de 2013 en el teatro Principal, de Palma, los miembros del grupo establecieron la costumbre de cenar juntos al menos una vez al año, como buenos amigos. Pasado el tiempo, la reunión excepcional de 2018, cuando actuaron en el Concert per la Llibertat d’Expressió (Palma Arena), el ambiente eléctrico les removió por dentro. Y no mucho más tarde, fue Pau Debon, el cantante, el primero en atreverse a romper el hielo y proponer algo más. "Estábamos precisamente en las escaleras junto al teatro Principal, ya nos despedíamos y de repente les dije: ‘escuchad, me ha vuelto ‘sa toquera’, las ganas de tocar otra vez".

Escena de desconcierto. "'Tío, ¿cómo nos lo dices ahora, en el momento de irnos?', replicaron todos", recuerda con sorna Debon. "Nos quedamos tres cuartos de hora charlando: 'bueno, ostras, sí, no sé, a ver cómo lo podemos hacer…'" Y de cena en cena: la siguiente no tardó, y la convocaron Joan Miquel Oliver y Jaume Manresa, poniendo una propuesta sobre la mesa que condujo al acuerdo final, cuadrando claves personales, logísticas, familiares. "Un disco y diez conciertos grandes".

Antònia Font, atalaya de madurez en 'Un minut estroboscòpica'

Un disco elegante

El álbum, ‘Un minut estroboscòpica’, ya está entre nosotros desde este viernes, con su propósito de reflejar la identidad clásica de Antònia Font desde su posición de señores de cuarenta y muchos. "El primer adjetivo que utilizamos al hablar del disco fue ‘elegante’. Queríamos hacer un disco en el que se viera que hemos crecido, que hay una madurez", hace saber Pau Debon. En contraste con la última obra, ‘Vostè és aquí’ (2012), que "fue un experimento".

En todos estos años, el legado de Antònia Font se ha conservado entre algodones. Oliver ha evitado siempre interpretar ese repertorio, todo él de su autoría, en sus giras en solitario. Y Debon no ha grabado por su cuenta ni ha montado banda alguna, y ofertas no le han faltado. Su único registro discográfico en este tiempo fue la canción que grabó en ‘Beix’ (2017), álbum de Xanguito, paisano de Bunyola.

Hay muchas cosas que no he podido hacer. Estudié Geografía, y me gustan mucho la montaña y la naturaleza

Y, en otro orden, hay que hablar de unos bolos como actor en ‘Mai neva a ciutat’ (2017-20), serie de Joan Fullana para IB3, donde hizo de sí mismo. "Va de los mallorquines que salen a trabajar y desconectan un poco de la isla", explica Debon. "Luego vuelven y se dan cuenta de que la habían idealizado: los amigos han cambiado, y otras muchas cosas, y se sienten un poco raros y les cuesta adaptarse". En esa incursión ante las cámaras observa "un paralelismo" con su modo de cantar en Antònia Font. "Con esa normalidad que me dicen que tengo".

Vocaciones perdidas

Se diría que Pau Debon es cantante porque está en Antònia Font. Antes, apenas había formado parte de una banda "con cuatro amigos del instituto", llamada Dru ("como la montaña de los Alpes"), y que hacía "versiones 'punkarras'", informa. "No lo sé, pero si no se me hubiese cruzado Antònia Font, seguramente no cantaría. El grupo ha condicionado mi vida, para bien, pero hay muchas cosas que me habría apetecido hacer y que no he podido. Estudié Geografía, y me gustan mucho la montaña y la naturaleza".

El secreto es ser natural, y no hay más, y no quiero ser más

Algo de eso hay en su ocupación actual en la Fundació Deixalles, donde coordina un equipo amplio ("de 70 a 100 personas") en un proyecto de "reinserción sociolaboral para personas en riesgo de exclusión social, en actividades relacionadas con el medio ambiente, residuos sobre todo".

Así, con ese aspecto de ciudadano que se pone a cantar pudiendo hacer otras muchas cosas, ha labrado Pau Debon una reputación de intérprete llano, franco, con el que puedes confiar. Y de una llamativa pulcritud ejecutiva. ¿El arma secreta de Antònia Font? Momento para la reflexión. "Con los años he ido viendo que mucha gente se identificaba con mi manera de cantar y de vocalizar. Me han dicho que percibían una honestidad, y no es que yo pretenda ser honesto cantando, sino que eso me sale de manera natural", razona. "Ese puede ser un poco el secreto, que no lo es en realidad. Es ser natural, y no hay más, y no quiero ser más. Alguien dirá: ‘pues qué aburrido, para ser cantante de un grupo famoso…’ Pues no aspiro a nada más, y no lo quiero. Me encanta estar en el grupo y cantar, pero luego soy Pau Debon, vecino de Bunyola, padre de mis hijos, pareja de mi pareja, y punto y final. Entiendo que eso, al final, se nota. Si quisiera ser un personaje, seguramente no me saldría".

Cantar tranquilo

Añade que Joan Miquel Oliver siempre le ha ayudado "a cantar tranquilo, a que no se te note estresado", si bien en ‘Un minut estraboscòpic’ le ha dado menos pistas que en otros tiempos. Se confiesa "un poco influido quizá" por el estilo "intimista y sentido" que observa en algunas voces modernas, de Sílvia Pérez Cruz a Maria Jaume, que "dan más importancia a la manera de expresar que a la propia técnica, aunque la tengan".

Bien pensado, será más fácil empezar en el Primavera Sound que en un auditorio con gente sentada, observándote con detalle

De las canciones que Oliver ha compuesto para el nuevo álbum, se queda primero con la titular. "Ya al principio, cuando la cantaba con la guitarra, vi que sería grande". Y selecciona un par más. "'Miquel Riera', por la música y porque me gusta poder cantar sobre los escaladores, y ‘Cultura silenci’, que a cualquier mallorquín que viva la isla le ha de tocar la fibra". Pero esta es una obra en la que "a cada escucha descubres cosas nuevas, y que necesita un poco más de esfuerzo que álbumes anteriores como 'Alegria'".

Debon se sabe introvertido de naturaleza, pero siempre se sintió en casa al subir al escenario. "Es un poco contradictorio, sí", musita, y observa con "un poco de inquietud" ese nuevo debut de Antònia Font programado nada menos que para el Primavera Sound, ante un público presumiblemente enorme y mezclado, con fans, curiosos y ‘guiris’. "Da respeto, pero, bien pensado, será más fácil que empezar en un auditorio con gente sentada, concentrada, observándote con detalle…" Después de todo, ‘sa toquera’ no va a remitir sean cuales sean las circunstancias. Ya se lo está imaginando: "Esa adrenalina de cuando sales al escenario y ves a la gente cantando las canciones".

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