LO QUE NO SABÍAS DE...

Las anécdotas del arriesgado rodaje de 'La cima', contadas por su director

La pareja protagonista aprendió las nomas básicas del alpinismo para poder practicarlo

El director estaba confinado y tuvo que ver el parto de su pareja por el Ipad

El último plano de la película tuvo que rodarse de improviso al lado de un aparcamiento

cima ibon

cima ibon / FILMAX

Eduardo de Vicente

Eduardo de Vicente

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Uno de los filmes españoles más particulares de la temporada es La cima, el último trabajo del productor (Blancanieves, Mediterráneo) y director (Alegría, tristeza, Los Totenwackers) Ibon Cormenzana, una cinta sobre alpinismo protagonizada por Javier Rey (Fariña) y Patricia López Arnaiz, ganadora del Goya por Ane. La película narra la odisea de Mateo, un hombre obsesionado por conseguir llegar a la cumbre del Annapurna, una de las montañas más altas del mundo. En su camino sufrirá un accidente pero será recogido por Ione, una veterana escaladora que ha conseguido coronar todos los picos de más de 8.000 metros de altitud y que sigue viviendo en un refugio cercano. Juntos compartirán su pasión por este deporte mientras él sigue planeando cuándo intentar la ascensión.

Está centrada en el análisis psicológico de estos dos personajes enamorados de esta afición que se convierte en una película de aventuras y transcurre en su mayor parte entre la nieve y el hielo. Contiene múltiples escenas en las que los personajes deben ejecutar arriesgadas acciones en condiciones adversas. Por todo ello es un título ideal para descubrir las múltiples anécdotas que surgieron durante el rodaje. Su director nos las explica.

-La documentación. “Soy aficionado al alpinismo desde hace años y he leído muchas biografías de alpinistas de diferentes generaciones y he visto muchos documentales. Además, el alpinista catalán Jordi Tosas nos introdujo de forma más concreta en toda la fisicalidad y la mística de la gente que se dedica a escalar ochomiles”.

-Actores escaladores. “Jordi Tosas participó en la preparación de Javi y Patricia, que aprendieron a escalar en piedra, en hielo, a saber clavar una inyección en altura, a moverse con naturalidad y soltura con piolets y crampones, a respirar pausadamente según la altura y a entender desde el lado más místico, la aparente locura de los alpinistas, que no es sino una búsqueda de conectarse con la vida”.

-Los especialistas. “Tosas montó un equipo que hizo las escenas de acción y Jordi Florensa hizo la difícil tarea de estar allí para grabarlos. También tuvimos apoyo en rodaje de otros expertos, para asegurar que todas las acciones fueran naturales en todo momento”.

-¿Ione o Edurne? “Ione es vasca porque visualizo a una mujer dura, fuerte, también sensible y comprensiva a la vez, como es el caso de mi madre. Es casi inconscientemente un homenaje a ella, y a todas las mujeres que, con su fortaleza y a pesar de circunstancias adversas, han conseguido grandes cosas. Edurne Pasabán creo que es un referente en el que inspirarse, no solo por su gesta deportiva, sino por tener la valentía y capacidad de hablar de su lado oscuro, para que otras personas puedan comprenderse y sobrellevar situaciones psicológicas complicadas”.

El personaje de Patricia López Arnaiz está ligeramente inspirado en la alpinista Edurne Pasabán.

El personaje de Patricia López Arnaiz está, en parte, inspirado en la alpinista Edurne Pasabán. / FILMAX

-Un parto en streaming. “Varios miembros el equipo pillamos el covid pero, por suerte, lo pasamos más o menos bien. El problema fue que, justo uno de esos días, mi chica me llamó con un gorrito puesto desde una clínica diciendo el bebé se había adelantado y que tocaba dar a luz. Por suerte, su madre estaba de reserva y pudo estar con ella. La matrona fue muy simpática y nos dejó su iPad para poder ver el parto en streaming. Estuve encerrado en la habitación del hotel con mi portátil viéndolo durante una hora y media, guiando a mi suegra para que ajustará bien la cámara del iPad. Mi chica me lo ha perdonado pero a mí aún me cuesta perdonarme”.

-El Annapurna aragonés. “El filme se rodó en el Pirineo de Huesca y en el francés. Hay imágenes del Annapurna y de montañas del Himalaya que, después de mucho buscar, hemos conseguido rescatar de películas documentales para poder integrarlas en la película sobre todo en escenas de acción rodadas en los Pirineos que, a su vez, se incorporan gracias a los efectos digitales con los fondos del Himalaya”.

La mayor parte de las escenas fueron rodadas en el Pirineo aragonés.

La mayor parte de las escenas fueron rodadas en el Pirineo aragonés. / FILMAX

-La perra. “La perrita Lurra es el tercer personaje de la historia y tiene un gran protagonismo. Fue maravillosa en todo momento, ya que sabía exactamente lo que había que hacer casi sin que se lo dijéramos, parecía una perra mágica”.

-La base. “La recreamos en un refugio natural que existe en Renclusa que fue el primer refugio que se hizo para la ascensión al Aneto. El interior lo rodamos en una casa de piedra cerca de Benasque porque queríamos mantener el frío natural para conseguir que los personajes sintieran esa realidad de estar en esas condiciones y, a su vez, que el vaho que saliera de sus bocas fuera real”.

El interior del refugio fue rodado en una casa de piedra cerca de Benasque.

El interior del refugio fue rodado en una casa de piedra cerca de Benasque. / FILMAX

-Los efectos. “Algunos de los cambios meteorológicos que se pueden ver se hicieron con efectos digitales en los que estuvieron mucho tiempo trabajando y creo que se integran de forma muy natural con las propias imágenes de la película estamos muy contentos con eso. Y también hay cambios de meteorología utilizando algunas de las imágenes del Himalaya que en su momento conseguimos”.

-El maquillaje. “El trabajo de maquillaje era muy difícil y a todos nos pareció espectacular en la evolución de los días encerrados en esa tienda de campaña. Estaban obligados a trabajar en situaciones muy incómodas a la intemperie a menos 15° intentando maquillar a los personajes con el frío en las manos”.

La película contiene varias escenas peligrosas.

La película contiene varias escenas peligrosas. / FILMAX

-Escenas de peligro. “Los momentos de grabación de los planos de Javier y Patricia en la pared de hielo los hizo la segunda unidad pero teníamos que hacer algún primer plano con ellos. Tuvimos que ascender a una montaña que tenía una pared de hielo muy empinada. Nos avisaron que el hielo estaba a punto de romperse y que la pendiente era muy elevada. También tuvimos que bajar alguna vez del sitio donde rodábamos, a casi 3.000 metros de altura, debido a las grandes ventiscas a menos 15° que hacían imposible el rodaje y que se llevaban la tienda volando”.

-Nieve en el desierto. “Un día subíamos a las 7.30 de la mañana hacia la montaña donde íbamos a rodar escenas con la nieve que había caído durante la noche. Vimos que tenía un color rojizo y nos extrañó porque no veíamos el sol con lo cual no podía ser el amanecer, pero parecía bonito. Cuando llegamos al parking de las pistas de esquí nos dimos cuenta que estaba la montaña roja de tierra del Sáhara en los Pirineos, a más de 1.000 kilómetros de distancia del desierto. Con una sonrisa en la cara pisamos la arena roja para ver si debajo había nieve de verdad Y como no, nos tuvimos que dar la vuelta y ese día no pudimos rodar”.

El último plano tuvo que ser rodado en un lugar inesperado.

El último plano tuvo que ser rodado en un lugar inesperado. / FILMAX

-El último plano. “El último día rodamos en un pico la escena más importante de la película, la última. Estaba emocionado a menos 20° con una ventisca impresionante que arrastraba la nieve en todas nuestras caras y hacía volar la tienda de campaña. Tuvimos que dejarlo porque era peligroso quedarse allí arriba. No me lo podía creer, faltaba el último plano de la película, no podíamos volver a ese sitio y había que rodar ese plano en algún lugar que pareciera que estuviéramos a 7.000 metros de altura en el Annapurna. Finalmente, el director de fotografía me convenció para rodarlo en un sitio que encontró justo al lado del parking y acabó siendo uno de esos planos mágicos que ruedas y que nunca esperabas que iba a ser así. Suerte que Patricia fue capaz de olvidarse donde estaba”.