El viaje interior de Meritxell Colell en 'Dúo'

Hace unos años, Meritxell Colell inició una relación profesional y artística con la coreógrafa Mónica García fruto de la que surgió 'Con el viento', una película que hablaba en torno a las raíces y la pérdida. En ella, Mónica, después de pasar media vida en Buenos Aires, regresaba a su pueblo natal de Burgos tras el fallecimiento de su padre y se reencontraba con su madre, abriéndose una serie de heridas que nunca habían llegado cerrarse. Ahora, la directora catalana vuelve a reencontrarse con Mónica García en 'Dúo', una película que nos lleva de viaje por la cordillera de los Andes para contar la historia de una pareja que después de su muchos años conviviendo, ha comenzado a distanciarse. 

“Tenía muchas ganas de volver a trabajar con Mónica y abordar nuevos registros del personaje que habíamos creado”, comenta Colell tras presentar en la sección Zonazine del Festival de Málaga una película que dialoga con su predecesora. “La idea era escarbar en lo que le sucede tras ese momento transformador de su vuelta a casa y cómo en ella se genera una búsqueda de sí misma”. 

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'Dúo' nos remite a la idea de díptico, también a la de pareja, a lo masculino y a lo femenino. “En el mundo andino la dualidad es como el centro, y ellos lo explican así, no hay luna sin sol, no hay hombre sin mujer. Hay también como dos realidades en la película el viaje físico y el interior que se completan con los pensamientos en voz en of de la protagonista”. 

Meritxell Colell ha vuelto a construir una película muy especial en la que se superponen texturas, colores, poesía, danza, y una mirada reconfortante a una realidad configurada como un territorio casi mítico, desértico en el que late la extrañeza. “La idea de altiplano también estaba muy presente, tanto a nivel geográfico como emocional, porque ellos, Mónica y su pareja, están en ese punto”. Y, como ocurría en 'Con el viento', el silencio, se apodera de la pantalla. “A veces las palabras no son imprescindibles para comunicarse. Las palabras no siempre son suficientes”.