Entrevista

Tony Gratacós: "Los españoles tenemos complejo de inferioridad"

El autor barcelonés especula en su novela 'Nadie lo sabe' con los secretos de la primera vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano

Gratacós

Gratacós / Laura Guerrero

Judith Navarro

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En 1519 cinco naves partieron del puerto de Sevilla bajo el mando de Fernando Magallanes en busca de una nueva ruta. Tres años más tarde solo regresó una de ellas, la nao 'Victoria', con 18 supervivientes y Juan Sebastián Elcano al frente. Han pasado cinco siglos de la que fue una de las grandes aventuras de la historia de la humanidad, la primera vuelta al mundo, y solo se conserva una versión de lo que pasó. Hasta ahora. Tony Gratacós (Barcelona, 1967) mezcla realidad y ficción en una novela que desdibuja lo que se sabe de aquella travesía, 'Nadie lo sabe' (Destino). Su protagonista, Diego de Soto, desmonta el heroico relato y convierte a Elcano "en villano con la verdad". 

¿'Nadie lo sabe' es realmente una novela histórica?

No, pero porque a mí no me gusta el término. Suena a algo que va a ser muy denso, escrito con palabras muy complicadas… Nada de eso, es un 'thriller' basado en hechos reales, en la documentación que yo he recopilado del viaje de Magallanes y Elcano.  

¿Cuánto hay de historia y cuánto de ficción?

El 80% de lo que ocurre en la novela está basado en hechos reales. Yo parto de cosas que ocurrieron, pero mi papel como escritor entra en acción a la hora de llenar los huecos. Ese 20% inventado creo que es muy potente y cambia la perspectiva de la historia. 

¿Qué le ha llevado a remover esta parte de la historia?

Hay varias cosas del relato oficial que me llamaron la atención. Se dice que después de tres años de expedición, de los 230 hombres que partieron solo volvieron 18. Hay uno, Antonio Pigafetta, que durante la travesía escribe una crónica oficial del viaje. ¿Te puedes creer que no menciona ni una sola vez a Elcano? ¿Qué desagradecido, verdad? A eso se le añade que, dos años después de haber completado la primera vuelta al mundo, Elcano aquí es como un superhéroe; sin embargo pide permiso al rey para entrar a Valladolid con armas y guardaespaldas. ¿Qué miedo podía tener él? Y además de todo esto, él pide ser el capitán de una nueva expedición que iba a repetir la misma ruta, pero solo consigue que le nombren segundo de a bordo, a pesar de ser el único en el mundo que conoce el camino porque lo ha hecho antes. Todo esto es como mínimo sospechoso. 

La historia la escriben los que regresan.

Claro. Puede que esos 18 no dijeran toda la verdad. Ahí se enciende la mecha del libro. 

¿Su intención con la novela era desmitificar a los personajes históricos?

No. Yo solo quería poner al lector moderno ante el espejo de la historia, y para ello hay que agarrarlo y sacudirlo con algo sorprendente. El protagonista que yo incorporo al libro, Diego de Soto, amenaza con convertir a Elcano en un villano desvelando la verdad. Si termina o no siendo así, hay que averiguarlo leyendo. 

Nos emocionamos con un episodio de 'Juego de Tronos' cuando nuestros orígenes parten de cosas igual de emocionantes

Diego de Soto es un curioso aspirante a cronista obsesionado con la verdad. ¿Hay algo de usted en este personaje?

Sí. Hay algo de mí y de todos nosotros. Él tiene ese afán de prosperar y aumentar nuestro prestigio, pero también de diseccionar la realidad y encontrar una nueva verdad. 

¿Esa misma ambición fue la que le llevó a autopublicar 'Nadie lo sabe' a través de Amazon?

Sí. Yo escribí el libro y se lo pasé a mi mujer y a mi hija, ambas me dijeron que estaba muy bien, así que lo mande a una agencia literaria. El proyecto gustó y conseguí que me representaran, pero recibí el 'sí' el mismo día que en España se decretaba el confinamiento. La pandemia cambió las cosas y las editoriales no apostaban por autores nuevos, iban sobre seguro. Me rechazaron seis veces hasta que decidí autopublicar en Amazon, y allí las cosas fueron muy bien. Después ya conseguí firmar con Destino. 

Y ahora su primera novela es un 'best-seller'.

He vendido 20.000 ejemplares con la primera edición, ha sido una aventura como la de Elcano, como dar la primera vuelta al mundo. 

No se pueden juzgar hechos históricos desde la perspectiva actual sino que hay que entender el momento en que sucedieron

¿En este país se habla suficiente de la historia? 

Aquí tenemos un pasado muy rico y sin embargo estamos acostumbrados a pasarlo por alto. Como si todo aquello ya estuviera acartonado, pero si esta tierra hablara contaría historias de sangre sudor y lagrimas. Nos emocionamos con un episodio de 'Juego de Tronos' cuando nuestros orígenes parten de cosas igual de emocionantes. El español tiene tendencia a no gratificar a sus héroes, a la gente que ha hecho algo por el país: Hernán Cortés, Magallanes, Elcano… No nos queremos, tenemos complejo de inferioridad y es una pena. 

¿Cree que tenemos tendencia a juzgar hechos del pasado con los valores actuales? 

Totalmente. En el descubrimiento de América, por ejemplo, no hubo un genocidio. La intención no era llegar allí y matar a todos los indios; por supuesto que hubo desmanes, pero España tenía la conciencia de que se encontraba con algo nuevo. Ya nos preguntábamos si realmente teníamos derecho a conquistar territorios que no eran nuestros, y si era lícito lo que se estaba haciendo. Los Reyes Católicos nombraron españoles de pleno derecho a los ciudadanos del nuevo mundo, exactamente igual que lo era alguien nacido en Castilla. No se pueden juzgar hechos históricos desde la perspectiva actual sino que hay que entender el momento en que sucedieron.  

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