Novela negra

Crítica de ‘Los cerros de la muerte’, de Chris Offutt: una novela con olor a Kentucky

El estadounidense Chris Offutt utiliza el crimen como excusa para reflexionar sobre el honor o la venganza y sobre cómo el entorno condiciona a los seres que lo habitan

Offutt

Offutt / AGE FOTOSTOCK

Marta Marne

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El señor Tucker recorre la colina en busca de ginseng. En medio de su búsqueda algo capta su atención, algo que no debería estar ahí. Una mujer tendida, con el cuerpo apoyado en un árbol y la cabeza colgando hacia abajo. Por sus facciones puede adivinar su apellido. En Kentucky no es solo que todos se conozcan, sino que estamos ante una comunidad cerrada en la que el apoyo entre vecinos va implícito; mientras nadie se interponga en su camino.

Mick Hardin será quien lleve el caso de manera extraoficial. Su hermana Linda es la 'sheriff' del condado. Pero este es su primer caso y no le está resultando fácil que la vean como una figura de autoridad. Todo apunta a que ciertas personas saben quién es el responsable de este asesinato y que harán todo lo posible por resolverlo sin ayuda de la policía.

Soledad y aislamiento

‘Los cerros de la muerte’ está protagonizada por Mick Hardin, un veterano de guerra y agente de la División de Investigación Criminal del Ejército de Alemania. A través de un estilo duro -lejos de cualquier artificio narrativo-, el estadounidense Chris Offutt (Lexington, Kentucky, 1958) consigue que forma y contenido se mimeticen como si se tratasen de un único elemento. La crudeza del hábitat, la cerrazón de sus habitantes, la soledad o el aislamiento se transmiten no solo por la acción, sino también mediante el lenguaje, las descripciones y los diálogos. El crimen se convierte en una excusa para ahondar en temas mucho más reflexivos como la relación con la naturaleza, el honor o la venganza. Tal vez por eso, la trama se centra más en otros cadáveres y otras violencias que tienen mucho más que ver con el entorno. Porque Kentucky lo impregna todo.


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