Estreno de cine

Crítica de 'The Batman': la refundación de una saga en clave atormentada

El tándem formado por el director Matt Reeves y el actor Robert Pattinson consigue configurar un universo propio alejado de los clichés del 'blockbuster' convencional para dar forma a un nuevo Batman que conecta con el espíritu de los tiempos en los que late el desencanto

'The Batman': así es el oscuro señor de la noche de Robert Pattinson

Robert Pattinson, en un fotograma de 'The Batman', de Matt Reeves

Robert Pattinson, en un fotograma de 'The Batman', de Matt Reeves / Warner Bros

Beatriz Martínez

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Cada década ha tenido su Batman. El hombre murciélago y su universo se han convertido en una especie de reflejo de la sociedad, tanto en lo que se refiere a su subtexto metafórico, como en relación a los avances tecnológicos que ha vivido la industria audiovisual y que han ido marcando su existencia. Así, cada director que se ha hecho cargo de él y cada actor que lo ha interpretado, ha intentado plasmar a través de su simbología el signo de los tiempos. Después de los dos hitos que supusieron los tándems Tim Burton / Michael Keaton y Christophen Nolan / Christian Bale, ahora llega el formado por Matt Reeves y Robert Pattinson. Y, aunque parecía imposible, juntos han logrado refundar conceptualmente el mito sin por ello perder un ápice de su esencia. Al contrario, han conseguido sublimarla. 

'The Batman' es una película oscura, profundamente desencantada que parece sintonizar a la perfección con el leit motiv que supone el tema ‘Something in the way’ de Nirvana y el aspecto desaliñado, hosco y grunge de Robert Pattinson. Hay algo del espíritu nihilista de los noventa que parece conectar con este momento de hastío en el que vivimos, instalados en la desilusión de un mundo que se desmorona frente a nuestros ojos y que se convierte en caldo de cultivo silencioso para el surgimiento de un mal que acecha de forma paciente mientras se dedica a esparcir el odio a través de las redes sociales y las teorías conspiranoicas. Si 'El caballero oscuro' plasmó las consecuencias del 11-S y la amenaza islámica, 'The Batman' se encarga de poner de manifiesto el clima de desconfianza actual hacia las autoridades. 

En ella ya no hay un solo antagonista, sino que el concepto de villano se disemina tanto en los bajos fondos como en las altas esferas. Gotham City se muestra más sombría que nunca, un escenario nocturno de estética posindustrial repleto de podredumbre moral, drogas sintéticas y luces de neón. En él, Bruce Wayne está más solo y atormentado que nunca. No le interesa dar esa doble versión de sí mismo de magnate y justiciero que hasta el momento se había perpetuado. Está encerrado en sí mismo, dentro de ese mundo obsesivo que lo consume. 

Matt Reeves ha orquestado un espectáculo cromático en negro y rojo apabullante y dotado de una imaginería visual propia en la que se dinamitan las reglas del 'blockbuster' convencional. Sería demasiado sencilla su comparación con 'Seven' a la hora de analizar su apuesta por el thriller de investigación 'noir' a través de las pesquisas detectivescas por las cloacas de una ciudad sin ley. Son demasiados los elementos que la diferencian, ya que la narración adquiere su propio sentido, casi como si se tratase de un estado mental, una pesadilla BDSM, o una melodía de Nine Inch Nails, disonante, envolvente y malsana. En contraposición a ese estado alucinatorio, la Catwoman que compone Zoë Kravitz se convierte en el corazón de la película dotando de rabiosa emoción cada una de sus apariciones. Más que ningún otro personaje, en ella se encuentra la llave evolutiva de la saga. 

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