50 aniversario de una película mítica

Un viaje a la semilla de 'El Padrino' en Sicilia

Las pequeñas poblaciones de Savoca y Forza d'Agrò, donde se recreó el pueblo de Corleone, impulsan hoy una de las grandes atracciones turísticas de la isla

50 años de 'El Padrino': diccionario de la familia Corleone de la A a la Z

Recorrido por el 'árbol genealógico' de la mítica obra de Coppola

vitelli

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Elena Hevia

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Fue una de las exigencias de Francis Ford Coppola y ese empeño estuvo a punto de costarle la dirección de una de las grandes películas de la historia. ‘El Padrino’ tenía que rodarse en Italia. En producción hubo presiones para que las escenas sicilianas se filmaran en Estados Unidos, pero en eso el realizador, ayudado por Mario Puzo, autor de la novela, no cedió ni un centímetro. Si los tiroteos mafiosos se habían rodado en las calles de Nueva York -algo poco usual por entonces-, el interludio siciliano, el viaje a la semilla, el momento en que Michael Corleone se refugia en el pueblo natal de su padre y encuentra allí a su primera esposa debía rodarse ‘in situ’. Hoy en Sicilia se frotan las manos por la decisión. Si en Estados Unidos en su momento la saga propició un tsunami de 'merchandising' que todavía hoy medio siglo sigue dando beneficios, en Italia, donde la película ha transformado tantas cosas -para empezar, por entonces no era usual llamar ‘padrino’ a un capo de la Cosa Nostra- no iban a ser menos. Así que la ruta siciliana que recorre los escenarios de rodaje la película se ha convertido en una de las grandes atracciones turísticas de la isla.

El primer escollo al que se enfrentó Coppola fue precisamente Corleone, el pueblo originario de Don Vito. No porque el lugar, cuna de capos reales como  Michele Navarra, Luciano Leggio o Salvatore Riina- haya perdido sus vinculaciones con la honorable sociedad -en el 2016 el Ayuntamiento fue disuelto por este motivo- sino porque en 1971, año del rodaje, el pueblo había crecido demasiado y no se ajustaba al imaginario de la película. Que los acontecimientos ocurridos en Corleone según imaginó Mario Puzo, el autor de la novela, no fueran filmados en Corleone no impide que con el gancho del nombre y un Museo de la Mafia (o más concretamente de la Antimafia), cientos de turistas se acerquen al lugar.

Un aspecto de la Iglesia de San Nicoló en Savoca (izquierda) y el fotograma de la boda de Michael y Apollonia, a la salida de la misma.

Un aspecto de la Iglesia de San Nicoló en Savoca (izquierda) y el fotograma de la boda de Michael y Apollonia, a la salida de la misma. / El Periódico

Carreteras vertiginosas

En la ficción, siempre más poderosa que la realidad, Corleone fue recreado en dos pueblecitos cercanos a Taormina, un selecto balneario en la costa Este de Sicilia, al pie del Etna. Son Savoca y Forza d´Agrò, con carreteras vertiginosas que los impulsan hasta las alturas y donde los instagramers cinéfilos pueden satisfacer su mitomanía ya que iglesias, lugares y establecimientos se siguen conservando prácticamente igual.

El objetivo más codiciado es el Bar Vitelli, en la entrada del pueblo, propiedad en la ficción del padre de Apollonia, la muchacha con la que Michael Corleone olvidará a Diane Keaton, porque como le anuncia jocoso uno de sus guardianes “en Sicilia, las mujeres son más peligrosas que las ‘luparas’”, las escopetas de cañones recortados, complemento perfecto del mafioso italiano. El interior del Vitelli ofrece al visitante una profusa colección de fotografías a modo de exvotos y algunos objetos de ‘memorabilia’, testimonio del paso de Coppola y su 'troupe'. También es obligatoria la visita a la Iglesia de San Nicolò, donde la pareja inicia su fugaz matrimonio.

La madre de Apollonia

Pero si desea algo menos estereotipado bien se puede hurgar en la memoria viva del pueblo gracias a Vincenza Cicala, que el pasado noviembre cumplió 84 años. Ella encarnó a la madre de Apollonia, celosa guardiana de la ‘virtud’ de la muchacha. “Entonces las cosas eran así, una jovencita no podía salir sola con un chico por ahí sin compañía porque se exponía a que nadie la quisiera. Y eso la película lo muestra bien”, cuenta la mujer a la puerta de su casa en Savoca. El rodaje en el pueblo duró dos semanas y ella, que ya estaba casada y con hijos, más pequeños que Apollonia, dice acordarse de todo: “de lo serio que era el director que obligaba a repetir los planos uno tras otro” y de lo jovencísimo que era entonces Al Pacino –“no me impresionó mucho porque con 24 años nadie lo conocía” y se relame, maliciosa, con la idea de que el tiempo ha sido mucho más cruel con aquel `giovanotto’ que con ella. “Aquí en el pueblo estamos en paz con Dios y con los hombres, no creo que en Hollywood pase eso, demasiadas drogas...”.

Vincenza Cicala, en la actualidad (izquierda) y en un fotograma de la película 'El padrino'.

Vincenza Cicala, en la actualidad (izquierda) y en un fotograma de la película 'El padrino'. / El Periódico

A pocos kilómetros, el cercano Forza d’Agrò ofrece localizaciones para un ‘flash-back’ que en la segunda entrega de la serie muestra al pequeño Vito Corleone huyendo del lugar a lomos de un burro, pero sobre todo es el telón de fondo del melancólico paseo en el que su hijo Michael muestra a Kay (Diane Keaton) el epicentro de la historia familiar. Hoy un tour operador ofrece la posibilidad de casarse en la Iglesia de Santa Maria Annunziata y celebrar un banquete en el más puro estilo ‘mafioso’. Y para aquellos que estén interesados en los negocios inmobiliarios hay que decir que la casa original de Vito Corleone, pequeña pero muy pintoresca, se encuentra en estos momentos en venta.

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