El último baile

Siniestro Total: "Nacimos para acabar con el rock y el trabajo ya está hecho"

El grupo vigués, que dirá adiós a los escenarios con un único concierto el 6 de mayo en el WiZink Center de Madrid, justifica su decisión de tirar la toalla porque "las fuerzas ya no daban"

Siniestro total

Siniestro total / José Luis Roca

Rafael Tapounet

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Si, como asegura el periodista y músico Kike Turrón, el anuncio del adiós de Siniestro Total después de 40 años de himnos y delirio ha supuesto “un auténtico golpe de Estado en la cultura popular” española, nada más pertinente que convocar a la prensa un 23-F para desvelar los detalles de ese último vals que el grupo vigués bailará sobre la tumba de su imprescindible carrera; un concierto de despedida que tendrá lugar en el Wizink Center de Madrid el próximo 6 de mayo, coincidiendo con la llegada a la Tierra del asteroide 2009 FJ1, si los cálculos de la NASA son correctos. “Eso sí sería un final impactante -apunta con media sonrisa Julián Hernández, exbatería, cantante, guitarrista y gran timonel de Siniestro Total-. Ojalá antes nos dé tiempo de tomar algo”.

Hernández comparece acompañado por el guitarrista Javier Soto (que se incorporó al grupo como miembro de pleno derecho en 1985 después de que el servicio militar le impidiera formar parte del equipo fundador) y Miguel Costas, carismático cantante y guitarrista que abandonó la nave ‘siniestra’ hacia 1993 y ha sido ahora reclutado para el último concierto. “Aquí estoy para lo que sea menester”, señala. Otros exmiembros de la banda, como Alberto Torrado y Segundo Grandío, participarán asimismo en ese aquelarre final, en el que habrá también un recuerdo para Germán Coppini, primer vocalista de Siniestro Total, fallecido en 2013, y para el batería Ángel González, cuyos problemas de salud han sido uno de los factores que han abocado al grupo a la decisión de tirar la toalla.

“En realidad, teníamos reservado el 6 de mayo en el WiZink para hacer un concierto de celebración de los 40 años”, explica Hernández (por esas mismas fechas, en 1982, la banda gallega publicó su primer disco, el EP ‘Ayudando a los enfermos’). “Pero ya vimos que las fuerzas no nos daban para volver a meternos en una furgoneta y salir a la carretera -continúa-, así que optamos por convertir ese bolo en el último”. Será una única noche y en un solo lugar. “Si la razón de todo era que ya no nos veíamos saliendo de gira, no hubiera tenido mucho sentido montar una gira, aunque fuera de despedida”.

40 canciones

Eso sí, la idea es darlo todo en ese concierto final. Su extenso e incombustible repertorio les brinda múltiples opciones. “En los ensayos manejamos una horquilla de entre 40 y 50 canciones para atender a todas las sensibilidades de quienes acudan al evento -anuncia Hernández-. Yo creo que llegaremos a las 40. Un recital de los Rolling Stones no llega a las 20, y doy el dato para que se vea que lo nuestro es de una generosidad sin límites”.

A Julián Hernández le cuesta mirar atrás para hacer balance. “La verdad es que 40 años dan una sensación de vértigo muy potente, es una cifra insoportable”, admite. Tal vez por eso se refugia en esa ironía autodenigratoria que es marca de la casa cuando se le pregunta por el legado que deja Siniestro Total. “Fuimos un grupo de rock que nació para acabar con el rock, y ese trabajo ya está hecho. Aunque, bueno, tendremos que dejar un retén de vigilancia, porque el rock es mala hierba y parece que aún respira”.

La familia 'enemiga'

Tendría todo el sentido del mundo que ese “retén de vigilancia” estuviera encabezado por Los Enemigos, veterana banda malasañera que ha compartido algo más que conciertos y noches con Siniestro Total y que ha querido sumarse a este alegre funeral haciendo entrega al grupo vigués de una placa conmemorativa por sus 40 años y poniéndose a su servicio para cualquier cosa que puedan requerir en el futuro. “Para nosotros, es una noticia nefasta saber que os separáis”, les comenta emocionado el líder ‘enemigo’, Josele Santiago. “Habéis sido nuestros hermanos, nuestros padres y toda nuestra familia”, apostilla el bajista Fino Oyonarte.

Siniestro total

Josele (izquierda), Fino y Chema (derecha), de Los Enemigos, flanquean a Siniestro Total con su placa conmemorativa. / José Luis Roca

El encuentro, que culmina con abrazos y parabienes mutuos, es el preludio a dos meses y medio (el tiempo que queda hasta el último baile) que se intuyen generosos en homenajes y reconocimientos a un grupo que no siempre ha sido tratado con benevolencia, a pesar de que su enorme impacto en la cultura popular tiene escaso parangón en la música española. Una vez más, Hernández y compañía se protegen tras un escudo de retranca gallega que parece hecho de adamantium. “Vamos a evitar el lagrimeo, ya lloraremos en casa. En Vigo se dice “a llorar, a Cangas”, no sé muy bien por qué. Pues eso es lo que vamos a hacer”.

Claro que llorar no es lo único que piensan hacer después del 6 de mayo. Miguel Costas comenta que él sigue tocando por su cuenta y tiene previsto publicar un disco en breve. Javier Soto continúa como miembro de Os Resentidos. Y Julián Hernández, que no cierra la puerta a aumentar la discografía de Siniestro Total con alguna nueva referencia (tal vez un directo del concierto en el WiZink Center), anda ultimando un libro en el que glosará las canciones ajenas que la banda ha versionado a lo largo de su carrera.

Todo eso, claro, si el asteroide 2009 FJ1 no decide que, como decía la canción de un popular grupo vigués, ha llegado al fin la hora de que los pueblos del mundo se extingan para dejar “que continúe la evolución”. 

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