Secreto bien guardado

Entramos en el taller de trucos del mago Ramó y su ayudante 'borde' Alegria

El joven mago y su 'partenaire' nos muestran el taller de donde ha surgido un original número premiado en Europa y España

De viernes a domingo actúan en la gala internacional del Festival Li Chang de Badalona

La pareja de magos Ramó&Alegría, en su taller de creación

La pareja de magos Ramó&Alegría, en su taller de creación /

Marta Cervera

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Maquinaria para futuros trucos a medio montar, vestuario, infinidad de herramientas, cinta adherente, espráis de pintura y bastante polvo pueblan el taller de Ramón Flórez, popularmente conocido como Ramó, en Sant Feliu de Llobregat, un local de 144 metros cuadrados anteriormente ocupado por una tienda de muebles. Allí diseñó la caja de madera que se desmonta por arte de magia en el número con el que Ramó & Alegria recibieron el Premio Nacional en 2019 y quedaron segundos en el Concurso Europeo de Magia en 2021 y primeros en Invención. Todo por esta caja de madera que nos muestran bajo juramento de no desvelar el truco.

En este número establecen un juego de poder entre el mago y su ayudante, que encarna Sure. Su personaje no deja de poner cara larga todo el rato. Se niega a ser mujer florero, quiere el mismo protagonismo que el mago y se rebela en plena actuación. Ambos lo presentarán junto a un nuevo número que mejor no avanzar en la gala internacional del Festival Li Chang de Badalona. Hay funciones de viernes a domingo.

En ella actúan junto a otros 'cracks' como la polifacètica ventrílocua Celia Muñoz, el mago francés Arno y el ruso Artem Shchuki. Pero ninguno será tan original como este par. "Me gusta decir que hacemos magia cutre. Nuestro material no es nada vistoso, todo es muy artesanal", explica Ramó frente a su ordenada mesa de operaciones. Tanto usa el martillo, la sierra como el soplete. Sus últimas adquisiciones: un doblatubos y una remachadora automática. Es un manitas. "Tenemos de todo pero cuando trabajo siempre hay algo que no tengo. Es un clásico".

Siempre he ido un poco a contracorriente. Cuando estaba mal visto utilizar animales en la magia inventé un número con una paloma que explotaba

Autodidacta, Ramó no sigue una escuela de magia concreta. Sigue su instinto. "Siempre he ido un poco a contracorriente. Cuando estaba mal visto utilizar animales en la magia inventé un número con una paloma que explotaba. No de verdad, desde luego", aclara. El pájaro, Mendelev, todavía vive. Puede pasarse horas en el taller. A parte de barajas de cartas y cuerdas, pocas cosas compra en tiendas de magia. "Siempre he preferido crearlas, hacer cosas de otra manera".

A Ramó le llevó casi cuatro años desarrollar el número que le ha hecho famoso. "Desde pequeño me ha gustado más crear yo mismo lo que utilizo. Ponerte limitaciones te hace crecer", comenta Ramó. Estudió hasta segundo de Ingeniería pero optó por la magia. "Me interesaba todo lo relacionado con la energía, lo que aprendí me ha servido para la magia".

En 2020 participaron en el concurso de magia televisivo en Las Vegas 'Fool us'. "Estábamos allí cuando anunciaron que cerraban la entrada de extranjeros al estallar la pandemia", recuerdan. Han aguantado estos años como han podido. Se acogieron a las ayudas disponibles para los autónomos y ahora comparten el local con amigos artistas, un fotógrafo y un guitarrista a la espera de tiempos mejores. Ramó y Sure tienen sus esperanzas depositadas en el Mundial de Magia que se celebrará en Québec (Canadá), del 25 de julio al 1 de agosto. "Es un escaparte brutal". No descartan hacer un Verkami para financiar el viaje. Los premios de magia conseguidos hasta la fecha dan prestigio y abren puertas pero no se traducen en compensación alguna en metálico. Todo es pura ilusión.

La paciencia y el humor son claves en su trabajo y se reflejan en el taller donde han colgado tres relojes idénticos, uno al lado del otro. Uno refleja la hora adelantada, el otro atrasada y el tercero está roto. Y es que Ramó pierde la noción del tiempo en el taller, inventando y perfeccionando números. Respecto a su estilo, señala. "Nos gusta mucho esta línea que refleja la realidad de lo que nos rodea", dice en referencia al auge del feminismo y el lugar que reclaman las mujeres en la sociedad. Una bandera con fondo lila y un puño en alto adorna una pared.

Magia feminista

Su magia también transmite ideas. "Magas hay más de las que parece pero no son conocidas", puntualiza Sure. La rivalidad entre su personaje y el de Ramó cuando actúan surgió por primera vez en una gala de Halloween de la Sociedad de Ilusionismo de Sant Feliu de Llobregat. "Es una cita muy canalla y da pie a la improvisación. Me calcé un sombrero con cuernos rojos, me puse tacones y me pinté como una drag tétrica". Ella salía con una chupa de cuero haciendo de mujer superrancia, muy seria. "Entre el mago majete pringado y la partenaire superborde, el público la acaba prefiriendo a ella", comenta satisfecho Ramó. Le gusta jugar con el concepto de "magia desastre". Como si fuera un mago principiante que no sabe de qué va la cosa. Y explican una anécdota que vivieron en un festival en Vitoria. "Vino un mago importante y grande, el típico que hace cosas molonas que parodiamos. Nosotros estábamos montando nuestra caja y dos de sus ayudantes al vernos pusieron cara de '¡qué pringaos y qué cutre todo!'. Lo nuestro nada tiene que ver con el típico 'show' con luces y humo". Pero sorprenden. "Nadie se espera lo que hacemos, incluso los magos que tienen referencias del truco al que aludimos".

Sure y Ramó no paran de provocarse mutuamente. Forma parte de su sistema de trabajo. "Muchas de las ideas salen de ahí, de esa manera de putearnos todo el rato", afirma Sure. "El humor es clave en nuestra vida", añade él. Comprobado.

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