LO QUE NO SABÍAS DE...

Las curiosidades de la película 'Azor' explicadas por su director

Al principio del rodaje les robaron parte del equipo que utilizaban

Ni el protagonista ni la actriz que hace de su mujer sabían nada de castellano

Durante la escena de la barcaza fueron atacados por unos voraces mosquitos

azor obrir

azor obrir / VITRINE FILMES

Eduardo de Vicente

Eduardo de Vicente

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El cine argentino sigue gozando de buena salud y una prueba de ello es el estreno en nuestro país de sus películas más recientes. Una de ellas es Azor, un drama que hurga en los entresijos de la alta sociedad durante la dictadura. El filme supone el primer largometraje del prestigioso documentalista Andreas Fontana (Pedro M, 1981) y cuenta con un reparto internacional encabezado por el belga Fabrizio Rongione (Dos días, una noche), la francesa Stéphanie Cléau (El cuarto azul) y un elenco de estupendos actores argentinos entre los que se encuentra Pablo Torre Nilsson, hijo del famoso director de cine.

El protagonista es un banquero privado suizo que se desplaza hasta la República Argentina para sustituir a un compañero que ha desaparecido en misteriosas circunstancias. Allí entrará en contacto con toda una serie de personajes como ejecutivos, militares o eclesiásticos con los que intentará cerrar negocios, pero también descubrirá la cara oculta del sistema. Una cinta que pretende destapar los secretos de esta etapa histórica de amargo recuerdo. Su director nos explica las curiosidades del rodaje.

-Atrapa a un ladrón. “Durante la segunda semana tuvimos que rodar el final de la película. Era en un lugar abandonado, un poco bizarro y muy auténtico. Se encontraba entre una escuela de policía y una villa de un señor. El primer día filmamos y todo fue bien. Al final del rodaje dejamos todo el material en los camiones y, al día siguiente, nos encontramos que los habían abierto y se habían llevado las lentes, la cámara, los discos duros… Todo el material era muy importante, pero sobre todo las lentes que eran muy antiguas, de los años 60 porque queríamos trabajar a la antigua. Parece que la seguridad estaba compinchada con alguien de la policía o de la villa porque los dos son igual de peligrosos. Fue una catástrofe, pero los argentinos estamos muy acostumbrados a improvisar soluciones y pudimos conseguir casi las mismas lentes para rodar la escena”.

-Ni palabra de castellano. “La pareja protagonista no hablaba nada de castellano. Fabrizio actúa en español pero no lo habla. Habla perfectamente italiano y el argentino es cercano al italiano, entonces podía intuir, podía entender ciertas cosas. Tuvo que tomar clases, pero fue muy interesante porque, si bien al principio era un gran problema, después era capaz de hablar y de actuar en un idioma extranjero. Esta situación me servía para mostrar a un personaje que está desequilibrado por las circunstancias, porque tenía que reemplazar a alguien y no conocía a sus clientes en un lugar peligroso. Que no hablara el castellano fue muy útil porque me servía para que él se sintiera incómodo y tenso. Al final, fue un mal para bien”.

El protagonista, Fabrizio Rongione, no sabía hablar en castellano y tuvo que tomar clases.

El protagonista, Fabrizio Rongione, no sabía hablar castellano y tuvo que tomar clases. / VITRINE FILMES

-Cigarrillos Azor. “Antes de que sepamos su significado, la palabra Azor figura en un paquete de tabaco. Es un guiño de la directora de arte y de sus asistentes. En realidad el nombre es Azur, que en francés significa azul. En la película hay muchos pequeños detalles, chistes que nadie ve o nadie entiende fuera del equipo, pero que nos divierten”.

-Un hotel cerrado. “El hotel que aparece es el Plaza, que está en la plaza San Martín y fue uno de los primeros hoteles de lujo de Buenos Aires. Era un hotel con clara dimensión europea, que buscaba atraer clientes que vinieran de Paris. Durante el siglo XX, estuvo a la cabeza de los hoteles argentinos hasta que, en 2017, lo compró la cadena Marriott y lo cerró. Yo lo había visitado antes de que lo cerraran y me pareció muy interesante, porque se había quedado anclado en el tiempo, en los 80 o 90. Y dio la casualidad de que cerró un par de meses antes de hacer la peli. Decidimos filmar ahí, ya que era mucho más fácil porque rodar en un hotel en funcionamiento implica parar su actividad domestica”.

El hotel donde se filmaron varias escenas había cerrado sus puertas poco antes del rodaje.

El hotel donde se filmaron varias escenas había cerrado sus puertas poco antes del rodaje. / VITRINE FILMES

-El sublenguaje. “Las dos conversaciones paralelas en casa de Guido fue la primera escena que escribí. En ella intentaba explicar qué es el lenguaje mundano, qué esconde y de qué forma. Me pasa lo mismo cuando voy a un festival. Tengo hipersensibilidad al ruido y como me encuentro con mucha gente que habla, al final no escucho nada, no entiendo lo que hay que entender. Empiezo a mirar y veo que lo que se dice no es lo más importante, lo más importante es quién conoce a quién, quién mira a quién, quién habla de quién y de qué forma. Este sublenguaje es el que me interesaba y esa era la única forma de expresarlo”.

-Un monseñor doble. “En la escena del ascensor se ve como duplicada la cara del religioso. Fue una casualidad, tenía escrita una escena de transición y era bastante mala. En ese lugar encontré ese ascensor que era tan antiguo, con la cabina en forma de huevo y con espejos muy bizarros. Estaban cortados como en diagonal y hacen una especie de reflejo cortado, como si doblaran la imagen y decidí eliminar la transición. Puse la cámara allí y filmamos la bajada de monseñor en el espejo, desde el interior del ascensor, pero no hay un sentido especial. Después está, claro, lo que puede significar se puede buscar un sentido sobre la doble moral, pero yo solo pretendía crear un efecto visual”.

La escena del ascensor contiene un curioso efecto visual.

La escena del ascensor contiene un curioso efecto visual. / VITRINE FILMES

-El caballo asustado. “Los actores no sabían montar a caballo, creo que si hubiera hecho otra vez la película hubiera trabajado un poco más este aspecto. Una persona que conoce muy bien el tema me comentó que las riendas no se cogían así. Hubo una complicación en la escena en que el caballo está enfadado en la pampa y se empieza a mover y tiene miedo. Teníamos un entrenador de animales y supuestamente le tenía que asustar con una bolsa de plástico y una especie de perchero. Pero hacía tanto viento y había tanta gente que el caballo ya estaba tan asustado que no se le podía asustar más y no tuvo efecto. Lo hicimos 40 veces y una de ellas salió un poco mejor y luego la escena funciona gracias al montaje”.

Rodar con el caballo resultó más complicado de lo que esperaban.

Rodar con el caballo resultó más complicado de lo que esperaban. / VITRINE FILMES

-Bichos en la barcaza. “En la barcaza tuvimos problemas con un bicho, una especie de mosca o mosquito minúsculo, casi microscópico, que viene a la caída del sol, que dura poco, pero mientras dura, es terrible y ataca sobre todo en los tobillos. Durante dos horas todo el mundo estaba más preocupado por sus tobillos que por la escena, porque era fiero y muy molesto. Después de la escena del final, el actor tuvo una bajada de azúcar, y estuvo toda la noche tumbado en el suelo del barco hasta que le dimos mucho chocolate y coca-cola. Solo pudo hacer un par de tomas y se tumbó otra vez”.

Fotograma de 'Azor'.

En la escena de la barcaza sufrieron el acoso de un mosquito que ataca en los tobillos. / VITRINE FILMES

-Un figurante demasiado entusiasta. “En la escena del hipódromo uno de los extras quiso actuar de más, con demasiada ambición, estaba en primer plano, con gafas de sol, debajo de la escalera. Durante la primera toma era tan entusiasta pensando en las supuestas ganancias que iba a hacer con el caballo que todo el mundo lo miraba y todos los actores empezaron a reírse… Así que tuvimos que cortar la escena. Hay que decir que entre los figurantes, hay muchos miembros del equipo, muchos de mis amigos están ahí, yo también aparezco en la peli haciendo de pianista. Rodar esta película ha sido como un juego”.

Los figurantes en el hipódromo eran, en su mayoría, miembros del equipo o amigos del director.

Los figurantes en el hipódromo eran, en su mayoría, miembros del equipo o amigos del director. / VITRINE FILMES