La cuenta atrás de los Goya

Oriol Tarragó, el mago del sonido de la película 'Tres'

El director de sonido catalán se ha enfrentado en la película 'Tres' a uno de los mayores retos de su carrera, desajustar el sonido para generar un universo propio en el que existe el retardo

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oriol / Mònica Serra

Beatriz Martínez

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El director de sonido catalán Oriol Tarragó (Reus, 1976) ha trabajado en películas de Guillermo del Toro, J.A. Bayona, Denis Villeneuve, Paco Plaza o Jaume Balagueró, pero nunca se había enfrentado a un proyecto tan especial como 'Tres', de Juanjo Giménez. Y no solo porque la protagonista que interpreta Marta Nieto se dedique a lo mismo que él, sino porque, además, el sonido es el auténtico motor de la historia. 

Cuando le llegó el guion de la película, no se lo podía creer. Tenía que hacerla sí o sí, aunque no tenía del todo claro cómo iba a poder materializarse. "No todos los días te llega un guion tan original y creativo, en el que, además, el sonido es narrativo, así que era un reto que no me quería perder", cuenta Tarragó.

Al principio de 'Tres', C. (así se refieren a la protagonista) está trabajando a horas intempestivas cuando descubre que algo no funciona, siente un pequeño retardo. Repasará sus audios, les dará una y mil vueltas, hasta que choque las palmas entre sí… y efectivamente el sonido le llegue unas décimas de segundos más tarde. El desconcierto y la extrañeza se apoderarán de C. porque la desincronía irá haciéndose cada vez mayor. 

Para Oriol Tarragó esta escena inicial resultaba fundamental para entender al personaje y la crisis personal que atraviesa. "La protagonista no se dará cuenta de que su vida es un desastre hasta que perciba ese desajuste sonoro. Será entonces cuando su mundo se desmorone por completo, pero era necesario que se entendiera muy bien lo que ocurre en ese momento para que todo lo demás tuviera sentido". 

Reconoce que ha sido un proyecto tan largo y duro como profundamente satisfactorio en el que contó con la colaboración de Marc Orts. Trabajaron casi como si se tratara de una película experimental debido a su naturaleza casi abstracta. "Una de las cosas que más me gustan es encontrar la esencia del director con el que trabajo y adaptarme a su estilo. En este caso, Juanjo Giménez tiene un universo muy personal, una manera de ver el mundo única, y lo importante era ir a la raíz de ese mundo". 

Lo más difícil de abordar fue la propia desincronía porque la mente humana no está preparada para asumirla. "La cabeza te rechaza automáticamente este concepto, así que lo que tuvimos que hacer es depurar mucho todos los elementos para que fuera más sencillo de asimilar". Nos lo explica así. "En mi trabajo nos dedicamos a superponer capas y capas, el ambiente, la música, los ruidos… y aquí lo que hicimos fue quitar todo eso y quedarnos con un único sonido, el que en ese momento quisiéramos potenciar, por ejemplo, el que hace una tostadora, para solo ese se repitiera un poco después". 

En ese sentido, le recuerda mucho al trabajo que hizo junto a Denis Villeneuve en 'Enemy' porque en esa película todo estaba dentro de la cabeza del protagonista (Jake Gyllenhaal). "Era todo muy mental, muy interior, y en este caso también. Porque al final, lo que le ocurre al personaje de Marta Nieto es que ha dejado de estar conectada a sus propias emociones. No se escucha a sí misma. Y, escuchar, según su raíz latina, significa sentir". 

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