Crítica de 'El pacto': una relación de mutua confianza

La escritora danesa Karen Blixen sigue dando juego cinematográfico como personaje más allá de las adaptaciones de sus novelas en ‘Una historia inmortal’ y ‘El festín de Babette’. ‘Memorias de África’ ofreció la visión algo glamurosa desde Hollywood. La más reciente ‘Karen’ se aproximó al personaje desde la independencia y la radicalidad narrativa. Meryl Streep y Christina Rosenvinge la interpretaron. En ‘El pacto’ le da vida una actriz de su misma nacionalidad, Birthe Neumann, quien la representa a los 63 años y en el momento más álgido de su carrera literaria.

Muy poco contó la escritora de la historia vertida en la película realizada por Bille August, un cineasta tan clásico como contemplativo. El filme se basa en las memorias de Thorkild Bjornvig, joven poeta que estableció con Blixen el pacto al que alude el título, un pacto de fidelidad espiritual que dejaba de lado cualquier relación amorosa o erótica para centrase en la confianza de él hacia ella y en la protección de la escritora ilustre hacia el rapsoda en ciernes.

Esta relación compleja, a veces algo ambigua, es mostrada con una puesta en escena elegante y hasta ascética, en la que los personajes susurran más que hablan, la reconstrucción de la época es severa y la música está empleada en su justa medida. Es un filme sobre la creación, o sobre los caminos que llevan a confiar en las capacidades de uno mismo para crear.

Suscríbete para seguir leyendo