Crítica de cine

Crítica de 'West Side Story': la misma historia, 60 años después

Spielberg revisa la película de 1961 desde una perspectiva más actual y con un oficio innegable, pero es lícito preguntarse el porqué de este 'remake'

Imagen de 'West Side Story', de Steven Spielberg

Imagen de 'West Side Story', de Steven Spielberg / Warner Bros

Quim Casas

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Lo de los 'remakes' va por barrios. En función de lo que te interese el filme original, la nueva versión te parecerá necesaria, convincente o decepcionante. A veces te preguntas si era necesario volver a filmar la misma historia.

‘West side story’ es un clásico del musical moderno, valga la paradoja: el género llevado a las historias de rivalidades entre bandas callejeras neoyorquinas con coartada del ‘Romeo y Julieta’. En este sentido, el filme de 1961 era más innovador por su trasfondo que por su puesta en escena. Spielberg revisa la historia desde una perspectiva más actual, aunque sin cambiar la ambientación en 1958. En su propuesta aparecen un barrio derruido, la especulación inmobiliaria y los desahucios. El resto es más o menos igual, reordenando ciertos pasajes, modificando un personaje –el de Rita Moreno, la única que repite en las dos versiones– y acentuando la visión racial.

La secuencia del baile en el gimnasio parece salida del vibrante momento musical de un filme anterior del director, ‘1941’. La declaración de amor en la escalera de servicio con la canción ‘Tonight’ tiene el pulso justo. Tony cantando en solitario por la calle ‘Maria’ es también precisa. La confrontación final entre Maria y Anita emociona. Los créditos finales, distante homenaje a los de Saul Bass en el original, son preciosos. Pero es lícito preguntarse el porqué de este 'remake' y a quién va dirigido.

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