Crítica de teatro

'Prostitución': las mil caras de la explotación sexual

Andrés Lima presenta en el TNC un exhaustivo y documentado alegato contra el fenómeno junto a tres intérpretes soberbias: Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste  

PROSTITUCIÓN

PROSTITUCIÓN / Laura Ortega

José Carlos Sorribes

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

'Prostitución'. Ni una palabra más, así a secas. Un título rotundo y apropiado como pocos. Porque el montaje que han presentado en la Sala Gran del TNC Andrés Lima y Albert Boronat es una radiografía exhaustiva del fenómeno. Música, teatro y documento se abrazan en una obra que nos estampa en la cara una situación tan poliédrica como la explotación sexual. Un espectáculo de denuncia, en definitiva, que pone en pie a buena parte del público de la Sala Gran.

'Prostitución' juega de salida con una baza ganadora: tres actrices soberbias. Son Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste, de más a menos conocida pero las tres con un talento y complicidad arrebatadores. No te has acabado de acomodar en la butaca y Poza ya nos desgrana cifras abrumadoras sobre la prostitución en España. Poco después Machi se convierte en entrevistadora de la propia Poza, como una réplica de la concienzuda labor de documentación en la que participaron las tres intérpretes y de la que también vemos así una muestra en escena. Machi, Poza y Yuste ponen voz a esas mujeres obligadas muchas de ellas a ganarse la vida en la calle. Yuste también tiene una irrupción estelar, bajando las escaleras de la Sala Gran con un cuerpo que retuerce como si fuera de chicle. Son tres detalles de una pieza que quiere abarcar tantas aristas que llega a resultar asfixiante. Y así debe suceder por el tema que aborda.

Humor para aligerar

Explotación, inmigración, drogadicción, violencia de género, mercantilización, abolición, legalización, precariedad laboral y vital, el capitalismo más turbio… Sobre todos esos puntos y más se levanta la obra de Lima y Boronat, que tampoco duda en acudir al humor para aligerar algo la carga discursiva. Inevitable con un actriz de la capacidad de Machi, que saca punta cómica a las situaciones, tanto que incluso a sus compañeras les cuesta no dejar llevar por la risa. Por momentos la pieza transcurre también en un terreno cabaretero, propio del Molino de tiempos pasados, con interpelaciones al público. E Incluso con la invitación a la participación directa de una espectadora.

Entre el documento, el teatro y la música, 'Prostitución' no mantiene siempre el listón a la máxima altura. Esa irregularidad se aprecia, por ejemplo, cuando se aborda la prostitución masculina, menos conseguida, por ejemplo, que la escena en que Machi ejerce de portavoz favorable a la legalización y Poza de lo contrario, de su abolición. Lima también se deja ir con algún efectismo que puede resultar innecesario. O tiene tendencia a dilatar algunas situaciones o a caer en la reiteración de la denuncia. Pero la balanza cae a favor de un espectáculo de aquellos que se catalogan como necesarios. Sus tres intérpretes lo sostienen con enorme firmeza cuando se ponen serias, cuando nos hacer reír o cuando cantan el castizo y casposo 'Pichi' madrileño (Machi), 'Just a gigoló (Yuste) o 'Jubilee street', de Nick Cave (Poza).

Suscríbete para seguir leyendo