Teatro

'Prostitución' y 'Casa', un baño de realidad en los teatros de Barcelona

El TNC y el Lliure ofrecen dos montajes de Andrés Lima y Lucía Miranda realizados a partir de testimonios reales

Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste dan voz a las prostitutas y un equipo de cinco actores pone en tela de juicio el derecho a la vivienda a partir de historias reales, utilizando la técnica de teatro Verbatim

PROSTITUCIÓN

PROSTITUCIÓN / Laura Ortega

Marta Cervera

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La prostitución y todo lo que el mercantilismo del cuerpo genera y el derecho a la vivienda, que aunque presente en la Constitución dista mucho de ser una realidad para muchos, plantean interesantes debates post función en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) con 'Prostitución' y en el Teatre Lliure de Gràcia, con 'Casa'.

'Prostitución', dirigido por Andrés Lima y protagonizado por tres grandes actrices -Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste- sumerge al espectador en todo lo que envuelve la prostitución en un montaje realizado a partir de una profunda investigación. Andrés Lima, Premio Nacional de Teatro, dirige esta propuesta para mayores de 16 años que más allá de indagar sobre la trata, tráfico y explotación sexual de mujeres y niñas, se centra la mercantilización del ser humano. "Una prostituta puede ser el paradigma de la sociedad en la que vivimos, donde todo se compra y se vende, también el cuerpo y el sexo”, ha asegurado Lima. La producción encargada por Carme Portaceli, actual directora del TNC, cuando estaba al frente del Teatro Español de Madrid estará en cartel en el TNC hasta el día 23.

Retrato social intenso

Es un montaje intenso donde tres prostitutas muestran las conexiones de su profesión con la sociedad, con la inmigración ilegal y las drogas, también con la violencia de género, los prejuicios morales, los intereses económicos, la religión y la cultura. ¿Abolición o legalización? Este debate también aparece con textos con visiones opuestas: Virginie Despentes, a favor, y Amelia Tiganu, una rumana obligada a ejercer autora de 'La revuelta de las putas', en contra. Todo ello trenzado con testimonios recabados en Madrid de trabajadoras del sexo convertidos en material dramático por Lima y Albert Boronat para ofrecer un potente retrato social a partir del oficio más viejo del mundo. La puesta en escena, con aires de cabaret contemporáneo, sacude al espectador a veces, impacta otras, pero también hay espacio para la emoción.

La gente sale diferente del teatro a como ha entrado. La obra hace que te plantees muchas cosas

— Nathalie Poza

Las propias actrices entrevistaron a prostitutas para transformarse en ellas en la obra. "Es un tema absolutamente inabarcable. Es un trabajo estigmatizado del que a menudo opinamos sin conconer. La gente sale diferente del teatro a como ha entrado. La obra hace que te plantees muchas cosas", dice Nathalie Poza, encantada con su debut en el TNC. "Después de ocho meses sin hacer esta obra daba vértigo volver a meterse en ella, pero cuando sales a escena te olvidas de todo, te conviertes en un instrumento para ponerte en el lugar de estas mujeres". A la que se calzan los zapatos de tacón que lucen en el montaje, se transforman en unas prostitutas de las que pudieron conocer "su intimidad, sus historias, su dolor pero también su alegría, su coraje y su sentido del humor, que me impresionó", recuerda. "Mostramos su trabajo con dignidad como ellas nos pidieron". La obra no es tiene intención aleccionadora, aunque todas las actrices han aprendido mucho con ella. "Cuando una persona te cuenta su historia desaparecen los estigmas". A Poza, ganadora del Pemio Goya por 'No sé decir adiós' que ya había trabajado con Lima en 'Desde Berlín. Trubuto a Lou Reed', este tipo de procesos creativos le van. "Me gustan los trabajos que te hacen explorar cosas profundas donde es difícil no ponerte en riesgo. Nuestro trabajo cobra sentido con este tipo de experiencia".

Casa: derecho irreal

Otra compañía madrileña, Cross Border de Lucía Miranda, también enfoca el tema de la viviendal en 'Casa', una obra de teatro Verbatim con numerosos personajes que transmiten, casi con el mismo acento y forma de hablar, testimonios recogidos por la directora y creadora del montaje. Todos evidencian el contraste abismal entre el derecho a la vivienda del Artítulo 47 de la Constitución española y la realidad. La obra, cuyo estreno casi coincidió con el incendio de un infrahogar en la plaza Tetuán donde murió una familia de inmigrantes, acaba sus funciones el 19. También se representará próximamente en Madrid (Teatro de la Abadía) y en Francia (Centre Dramatique National de Dijon Bourgogne).

Los protagonisttas de 'Casa', en una escena del montaje.

Los protagonisttas de 'Casa', en una escena del montaje. / Javi Burgos

Pilar Bergés, Ángel Perabá, Efraín Rodríguez, César Sánchez y Macarena Sanz se transforman en diferentes personajes con sutiles detalles o cambios de entonaciñon y gestualidad. El tono de 'Casa' es muy diferente a 'Prostitución'. Ternura, humor y crítica social se mezclan en esta obra que cruza historias diversas como la de un arquitecto con una constucción a medio hacer desde hace años, una joven a quien el novio dejó colgada con una hipoteca que no podía pagar, un menor que vive en un centro de acogida para quien cumplir la mayoría de edad tiene un aspecto amargo pues supone dejar de tener hogar o un chico discapacitado que pese a tener una familia adorable sueña con independizarse. Una amplia paleta de casos sirve para reflexionar sobre un derecho que no todos los españoles pueden ejercer. Más que respuestas, el montaje plantea muchas preguntas. "Casa es un concepto muy amplio. Hay quien ha vivido en muchos sitios, otros que solo han conocido un hogar", dice la directora especializada en el teatro como herramienta social. La casa puede ser una fuente de alegrías y de problemas. Para ella el concepto ha ido variando con el tiempo. "Ahora, desde que nació mi hija hace año y medio, casa es donde está ella".

'El nedador del mar secret', un montaje de La Danesa que adapta la novela autobiográfica donde William Kotzwinkle también es otro baño de realidad. La obra, en el TNC hasta el día 19, narra la muerte de un hijo recién nacido desde la perspectiva del padre.

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