Lanzamiento musical

Alejandro Sanz: "Necesitaba recuperar el tarro de las esencias"

El músico madrileño vuelve al barrio donde empezó su carrera hace 30 años para presentar su nuevo disco, titulado con su propio apellido artístico y cargado de señales que anuncian el regreso del artista a sus orígenes musicales y vitales.

El nuevo disco de Alejandro Sanz, canción a canción

Alejandro Sanz     David Castro

Alejandro Sanz David Castro / David Castro

Juan Fernández

Juan Fernández

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Había muchos motivos para que el nuevo trabajo de Alejandro Sanz llegara impregnado en la idea del regreso. Hace dos años, el músico trasladó su cuartel general de Miami a Madrid, la ciudad donde nació en 1968, y en los últimos tiempos vienen emergiendo con asiduidad en su memoria y su discurso sus recuerdos de Moratalaz, el barrio madrileño donde creció y en el que se le ha visto con una inusitada frecuencia recientemente.

Además, en 2021 se han cumplido tres décadas justas de su debut en la música y sus últimas canciones las ha compuesto bajo el influjo de la pandemia, una experiencia que, irremediablemente, invita al recogimiento y a la búsqueda de la seguridad de las raíces. Raro habría sido que su nuevo disco hubiera sido la promesa de una aventura excéntrica y desconcertante.

No lo es ‘Sanz’, título del último álbum del músico madrileño, sino todo lo contrario. “Es un regreso. No en lo sonoro, porque la progresión debe llevarte siempre hacia adelante y hoy no podría componer las canciones que hacía cuando empecé, pero sí tenía la necesidad de volver a sentir lo que sentía cuando hice mis primeros discos y de recuperar el frasco de las esencias. También necesitaba regresar al barrio, porque en este sitio es donde se conjuraron todos los duendes para que yo me dedicara a la música. Para continuar adelante debes reconocer el lugar del que vienes y no perder nunca el sentido de tus inicios”.

Moratalaz

Alejandro Sanz desgranaba estas reflexiones este pasado jueves en la Escuela Municipal de Música de Moratalaz. A finales de los años 80, este lugar era un descampado inhóspito donde cada temporada se celebraba un certamen triangular de pop-rock con bandas callejeras de Vallecas, Vicálvaro y San Blas. Fue aquí, con un grupo formado por chavales del barrio, donde se subió por primera vez a un escenario y sintió ese gusanillo que hoy le mantiene con ganas de seguir componiendo canciones, publicando discos y planeando giras mundiales.

Y fue mientras escribía los temas de ‘Sanz’, el doceavo álbum de estudio de su carrera, cuando sintió esa voz que le hablaba al oído desde el pasado. “Mis discos nunca responden a un concepto preconcebido, prefiero jugar con la música y que sea ella quien me vaya llevando donde quiera. Esta vez, según iban avanzando las canciones, sentí la necesidad de volver al lugar donde empezó todo y a aquel joven de hace tres décadas. En cierto modo es un homenaje. En vez de sacar el recopilatorio de 30 años de éxitos que me tocaba, he hecho uno de canciones nuevas llamado ‘Sanz’", justifica.

'Sanz'

El título tampoco es un capricho, sino que responde a otra necesidad. “Valoré haberlo titulado Sánchez Pizarro, mis verdaderos apellidos, pero no habría tenido sentido después de tirarme tanto tiempo construyendo a Sanz. El título y la portada son el resultado de una profunda reflexión. Lo que hay aquí soy yo después de 30 años sin trampa ni cartón”, dice sobre un álbum cuya carátula muestra al artista mirando de frente mientras se retrata a sí mismo con una cámara.

Lo que hay en ‘Sanz’ son 10 canciones de exquisita factura y cuidada producción que profundizan en el universo sonoro del cantante madrileño, un maestro en el manejo de la balada y las tonalidades flamencas y latinas, como prueban los 25 millones de copias que lleva vendidos y los 29 'grammys' que ha cosechado a lo largo de su carrera. “A estas alturas, mi sónica tiene un discurso muy reconocible, y me gusta que sea así. Lo contrario sería hacer uno de esos casetes de remixes que se venden en las gasolineras”, alega.

Pero algo sí ha cambiado en su forma de facturar sus discos. “Antiguamente, me agotaba hacerlos porque quería controlarlo todo, desde el diseño de las baterías a las líneas de bajo, pero ahora he aprendido a delegar y a trabajar en equipo. Al final, el trabajo del creador consiste en lograr que el resultado final de la canción se parezca a lo que tenía en su cabeza cuando la escribió, y esta vez lo he conseguido al máximo”, explica.

Temática romántica

Salvo ‘Bio’ –la autobiografía fraseada a ritmo de rap que abre el álbum-, el resto de cortes de ‘Sanz’ son de temática romántica. Dice el músico que todas sus canciones son autobiográficas, pero no cree que deba ser considerado por esto un obseso del amor. “En el fondo todos, hasta el grupo más punki, hacemos lo que hacemos y escribimos lo que escribimos por amor”, razona.

El nuevo disco de Alejandro Sanz aporta una novedad en los títulos de crédito: por primera vez en toda su carrera interpreta una canción que no ha sido firmada por él mismo, pero esta concesión, en realidad, hay que inscribirla también en el capítulo de los homenajes y las cuentas pendientes finalmente saldadas. ‘Y ya te quería’, la emocionante balada que cierra el recopilatorio, es obra de Manuel Alejandro, autor de grandes clásicos de la canción ligera española y, a la sazón, padrino de Sanz.

“Mi padre era amigo de Manuel y le pidió que viniera a mi bautizo a apadrinarme. De hecho, me llamo Alejandro por él. Pero luego pasaron los años, perdimos el contacto y no nos volvimos a ver. Hace unos meses me llamaron para participar en un documental que estaban preparando sobre su obra y pensé: esta es la ocasión. Le llamé, nos vimos, y me regaló esta canción”, relata el cantante, para quien este reencuentro ha sido “como cerrar otro círculo que permanecía abierto”.

Paco de Lucía

También lo ha sido la participación póstuma de Paco de Lucía en la canción ‘La rosa’, que parte de un estribillo originalmente cantado e interpretado por el guitarrista fallecido en 2014. “Le echo mucho de menos. Personalmente, ha sido como quitarme de encima toda la nostalgia de su recuerdo. Y oír su voz es emocionante. Mucha gente desconoce que Paco, en realidad, quería ser cantaor flamenco, pero era tan tímido que necesitaba esconderse tras la guitarra”, revela.

Sanz’ ha sido escrito y producido durante la pandemia, circunstancia que le ha permitido “cocinarlo a fuego lento, sin prisas y con tiempo”. Algo del traqueteo emocional que el covid ha causado en el planeta ha quedado impregnado en el álbum, si no en su temática, que no aborda más tragedias que las que causa el desamor, sí en la pausa con la que el disco ha sido elaborado. “La pandemia me ha enseñado que la paciencia es una virtud. Yo antes creía que era un defecto. Lo que me apena es que pronto olvidemos todo lo que hemos aprendido en esta dura experiencia”, declara.

En abril, Alejandro Sanz volverá a subirse a los escenarios latinoamericanos y en verano iniciará la gira por España. En esos días, el regreso a casa será más rápido, porque su hogar, al menos de momento, vuelve a estar aquí. También asegura haber recuperado las sensaciones que tenía antes de irse a hacer las américas, “cuando escribía con libertad sin pensar en las listas de éxitos y sin más aspiración que vivir de mis canciones”.

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