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Muere Miquel Barceló, editor apasionado por la ciencia ficción

El también profesor de la UPC y divulgador científico fue autor de una amena guía de lectura sobre el género

El escritor, ingeniero y editor Miquel Barceló

El escritor, ingeniero y editor Miquel Barceló / Carlos Montañes

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El editor catalán Miquel Barceló García, considerado una de las figuras más representativas de la literatura de género y fundador del sello NOVA, ha fallecido este martes a los 73 años, según ha informado la editorial a través de su cuenta de Twitter.

Nacido en Mataró (Barcelona) en 1948, Barceló, ingeniero de formación y divulgador científico, fue el artífice de NOVA (Ediciones B), que tenía como uno de los autores de referencia al norteamericano Orson Scott Card, autor que ocupó los números 0, 1, 50 y 100 del sello y autor al que Barceló encargó la selección de obras del número 200. Scott Card apostó entonces, en el 2007 por una recopilación de los mejores títulos del género, con piezas, entre otros, de Robert A. Heinlein, George R.R. Martin o Robert Silverberg.

Ingeniero aeronáutico y profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), de donde se jubiló hace siete años, Barceló había recibido en 1996 el Premio Gabriel, a la labor de toda una vida, que concede la Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción, y fue impulsor del premio UPC dedicado a la ciencia ficción, que se otorga cada dos años. El editor, divulgador científico y profesor solía explicar que su primer contacto con la ciencia ficción fue la novela 'Titán invade la Tierra', de Robert A. Heinlein, que encontró en lo más alto de la estantería paterna.

En 2015, Barceló recuperó la vieja edición de 'Ciencia ficción', una guía de lectura escrita originalmente 25 años antes, en la que se incluían 140 títulos fundamentales del género, huyendo de la Ley Sturgeon en la que según el autor norteamericano el "90% de cualquier cosa es basura". Su libro era un entretenido manual esencial en el que, sin embargo, dejaba a un lado a un grande como J. G. Ballard, que nunca le llegó a gustar. No obstante, constataba la pujanza de las autoras en la literatura de ciencia ficción, como Sherie S. Tepper, Anne Leckie, Nicola Griffith o Eleanor Arnason.

Pero por encima de todas las cosas, Barceló fue un entusiasta, un hombre marcado por la pasión que abrió la puerta y condujo por los caminos estelares a miles de lectores.