Entrevista

Agustí Villaronga: "Rodar 'El ventre del mar' ha sido como escribir a bolígrafo"

El director mallorquín reflexiona sobre el drama de la inmigración en 'El ventre del mar', gran triunfadora en el festival de Málaga que llega ahora a los cines

Agustí Villaronga, en una fotografía tomada el pasado mes de enero.

Agustí Villaronga, en una fotografía tomada el pasado mes de enero.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Agustí Villaronga regresa a las pantallas con una película que se ha convertido en una de las más especiales de su carrera. La rodó durante la pandemia, con un mínimo presupuesto, pero eso le dio la libertad para explorar nuevos caminos expresivos. 'El ventre del mar' se presentó en el pasado Festival de Málaga y arrasó en el palmarés con ocho premios. El filme se basa en el naufragio real de un buque a principios del siglo XIX, tras el cual 147 hombres intentaron salvarse confinados en una balsa a la deriva. Villaronga atiende por teléfono a este diario, pues está afectado de un cáncer de estómago. Pese al difícil momento de salud, recibe ilusionado el estreno de la película.

¿Qué ha significado para usted ‘El ventre del mar’?

Es una película que me ha reconciliado con muchas cosas que había perdido por el camino. Cuando haces cine tienes que pasar por infinidad de filtros, pero en este caso el proceso ha sido de lo más libre y creativo. Rodarla fue como escribir a bolígrafo. Me ha devuelto el entusiasmo, la curiosidad y la magia de la inmediatez. 

¿Surge como respuesta a 'Nacido Rey'? 

Noooo (ríe). Me hace gracia esa comparación. 'Nacido Rey' fue una obra de encargo con todas sus consecuencias, yo me intenté ceñir a lo que buscaban. Eso de que los directores tenemos control sobre nuestras carreras es un mito, las cosas vienen como les da la gana, casi parece que estén escritas desde fuera. Pero a mí me gusta más hacer El vientre del mar, claro. En realidad, surge como un acto de rebeldía a no quedarse callado después de la pandemia. 

Entronca con la vertiente más radical de su obra.

Eso es verdad. Entronca con las películas que me han marcado, con ‘Tras el cristal’, ‘El mar’ y ‘Aro Tolbukhin’, sobre todo a esta última porque está hecha de capas arqueológicas. Como no teníamos presupuesto, había que imaginar para contar las cosas. Y había muchos elementos, un juicio de hace 200 años, un futuro inventado, una realidad cruel, un estado mental, así que se trataba de dar vida a todas esas piezas. 

Estrenos de la semana. Tráiler de 'El ventre del mar'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'El ventre del mar'. /

También introduce el elemento poético.

Eso ya estaba en el texto de Baricco en el que me baso. Él tomaba un hecho terrible, como el naufragio que plasmaría Géricault en ‘La balsa de la Medusa’, y lo trasciende a través del lenguaje. También hace algo que a mí me interesaba mucho, abordar lo que ocurre en el interior de las mentes de esas personas, de qué manera ya no vuelven a ser las mismas después de sobrevivir a una catástrofe así, cómo el trauma se enquista como una enfermedad incurable. 

También encontramos un sustrato representacional muy fuerte.

Es que al principio iba a ser una obra de teatro, con dos monólogos intercalados entre el oficial y el marinero. Pero no llegó a levantarse el proyecto, así que lo convertí en guion, pero no quería ignorar de dónde venía, de la literatura, de la palabra. La voz en off a veces es odiosa en el cine, pero aquí es algo buscado para que exista ese peso teatral casi como una solución para la puesta en escena. 

De nuevo vuelve a abordar la creación de monstruos.

No sé si en este caso lo son, porque se trata de una cuestión de supervivencia. Me recuerda al principio de la pandemia cuando los médicos tenían que decidir quién tenía más posibilidades de vivir y cuáles no. A veces para salvar vidas hay que tomar decisiones terribles. Lo que está claro es que quienes las toman los que tienen el poder, y siempre le acompañarán sus fantasmas. 

Suscríbete para seguir leyendo