FESTIVAL DE GÉNEROS FANTÁSTICOS

Edmundo Paz Soldán, explorador de las relaciones entre el hombre y la máquina

El autor boliviano participa en el 42 de la mano de su último libro, los relatos de ciencia ficción 'La vía del futuro'

Edmundo Paz Soldán

Edmundo Paz Soldán / Ferran Nadeu

Elena Hevia

Elena Hevia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El escritor boliviano Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967), profesor de la universidad norteamericana de Cornell, se ha ido desprendiendo paulatinamente de unas iniciales reticencias frente a la literatura de género con deslizamiento paulatino hacia la ciencia ficción. Asegura que hace una década el término despertaba rechazo, e incluso debía ser convenientemente disfrazado bajo el término de ficción especulativa, pero ahora que el futuro ya nos ha alcanzado de plano y hasta un Nobel como Ishiguro tiene en su haber varias novelas de ciencia ficción y una de 'fantasy', el género ha irrumpido con fuerza en prácticamente toda la ficción que se está escribiendo en estos momentos. Así que lleva con orgullo su marchamo 'sci fi' y como tal ha encabezado este viernes una mesa redonda en el Festival 42 sobre las vías alternativas a la distopía sobre un futuro que muchos quieren ver solo en clave 'Black Mirror'', negrísimo y un tanto sobado.

“Es muy difícil imaginar un futuro utópico en el que todos vayamos a ser felices pero también es cierto que en los últimos tiempos hemos entrado en un presente extendido, como congelado, en el que es muy difícil imaginar posibilidades de futuro. La pandemia, que nos hizo mucho más pendientes de la tecnología, exacerbó esa sensación, así que hoy la ciencia ficción tiene la posibilidad de imaginar un futuro en el que poder encontrar alguna esperanza". Es como dice el escritor colombiano Juan Cárdenas, y cita Paz Soldán, construir algo a partir de los escombros de esta crisis con sus desigualdades sociales, su deforestación y su cambio climático.

A Paz Soldán, en el plano humano, la ciencia ficción le salvó la vida como escritor. “Yo era un buen lector del género de adolescente y luego la universidad me alejó de él. Hasta que una crisis personal me dejó creativamente en dique seco y volví a recupera el placer de la narración a través del género”. El autor trae bajo el brazo un nuevo libro: los relatos ‘La vía del futuro’ (Páginas de Espuma), unidos por el común denominador de la relación del hombre con la inteligencia artificial, una serie de aproximaciones que exploran cómo esta ya nos ha invadido -desde utilizar una calculadora a elegir pareja a través de tinder-,  cómo los “algoritmos se han vuelto invisibles de tan ubicuos como son en nuestras vidas”. La idea de los cuentos y la intención que para el autor debe tener la buena ciencia ficción es desfamiliarizar esta relación entre hombre y máquina. Es decir, demostrar que ya prácticamente somos cyborgs, pero no nos hemos dado cuenta.

El disparador del libro es un reportaje que el autor boliviano leyó la prensa según el cual un técnico de Google había solicitado una patente para fundar la llamada Iglesia de la Inteligencia Artificial. “Su argumento es que si hemos creado a Dios a nuestra imagen y semejanza y nos hemos maquinizado es obvio que el dios hoy tiene que estar relacionado con los ordenadores”. La idea era muy friqui, claro está, pero permitía imaginar una serie de historias sobre esa relación o más bien simbiosis que ya no son una especulación. El escritor se remite a los indicadores que en los últimos tiempos va encontrando por el camino: “Ahí está la película 'Titane', esa fantasía de unión máquina y humana que venció en Cannes, y luego viene Zuckerberg y le pone la guinda a todo esto anunciando el metaverso. Podemos oponernos a esto pero lo cierto es que el genio ya salió de la botella y no hay manera de volverlo a meter dentro. Lo único que podemos hacer es tener una mirada crítica sobre estos avances y ver en que nos estamos transformando”.