DEL LIBRO A LAS SALAS

Txema Salvans: Una mirada irónica y provocadora sobre el tiempo libre

‘Perfect day’ reúne imágenes de los 15 años del fotógrafo buceando en lo cotidiano a lo largo del Mediterráneo español

La muestra estará en Foto Colectania de Barcelona hasta el 21 de noviembre

Mònica Tudela

Mònica Tudela

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¿De verdad alguien puede querer pasar sus ratos de ocio en lugares desangelados y grises como estos? La respuesta es . Y para muestra, la de Txema Salvans en Foto Colectania con su trabajo Perfect Day, un viaje fotográfico por el tiempo libre a orillas del mar Mediterráneo, aunque este, precisamente, nunca se ve en las fotos.

Salvans (Barcelona, 1971) lleva 15 años recorriendo el litoral, de Girona hasta Algeciras, indagando con imágenes en la cotidianidad y el comportamiento humano en su sentido más amplio, en un trabajo a medio camino entre lo artístico y lo antropológico. “Hago proyectos de mi tierra, de mi escenario, del espacio mental y emocional en el que he crecido. Con mi cultura puedo ser mucho más crítico porque la conozco”, comenta Salvans. “Siempre busco hablar de cómo nosotros, como especie, nos relacionamos con el entorno”, añade.

Oropesa del Mar (Marina d’Or), de la serie Perfect Day, 2005-2020.

Oropesa del Mar (Marina d’Or), de la serie Perfect Day, 2005-2020. / TXEMA SALVANS

Cocinero de la imagen

Entre el 2005 y el 2020 Salvans ha recorrido 150.000 kilómetros con su furgoneta y su cámara analógica de gran formato. Trabajando, como dice, “de forma muy intuitiva”. “Soy como un cocinero que va al mercado sin saber qué va a cocinar. En el mercado busca, escoge, y al llegar a casa, cocina: un primero, un segundo y un postre”, dice. El menú que el fotógrafo ofrece ahora en Foto Colectania lo componen 49 imágenes que se publicaron en forma de libro (Perfect day. Editorial Mack) durante la pandemia y que ahora llegan a las salas.

En ellas se hace un repaso por los sorprendentes lugares en los que consumimos nuestro tiempo de ocio: la gente toma el sol junto a monstruosas estructuras de hormigón, pasa el tiempo en parajes desolados o espera que algo ocurra (o no) en escenarios inhóspitos. El mar está siempre cerca pero Salvans le da siempre la espalda, con lo que la foto nos parece aún más extraña. De paso, mirando de frente esos paisajes cotidianos denostados, el autor cuestiona los estereotipos de la sobreexplotación del litoral mediterráneo.

El objetivo del fotógrafo es claro: “No me conformo con imágenes bonitas. Pretendo que mis imágenes interpelen. Voy con una idea muy clara y con la foto te provoco. Yo no he venido aquí a ser objetivo, si no, sería matemático”, dice Salvans, que, por cierto, estudió Biología. Pese a esa intención provocadora, Salvans no cruza ninguna línea roja y retrata nuestro tiempo de ocio con ironía delicada: “No me permito hacer una burla con la gente. Tengo fotos que son una broma, un chiste y no las he publicado. Hay un proceso de edición muy cuidadoso”, explica.

Txema Salvans en la charla que ofreció en Foto Colectania, donde expone 'Perfect day'.

Txema Salvans en la charla que ofreció en Foto Colectania, donde expone 'Perfect day'. / MÒNICA TUDELA

Catálogo de hábitos y costumbres

Todo el trabajo de Txema Salvans tiene un denominador común. En primer lugar el uso del analógico, siempre con la misma cámara, la misma óptica e idéntica película, para obtener en las fotos una textura común. “Todas las limitaciones del analógico me permiten ser libre como autor”, explica. En segundo lugar, nada de pedir permiso al protagonista: “Eso es inherente a la fotografía documental: la foto pasa por encima del retratado”, dice. Cuenta siempre Salvans que muchas veces se encarama con su gran cámara con trípode al techo de su furgoneta para tomar las imágenes: “Todo el mundo me ve pero nadie me toma en cuenta. Piensan: ‘este hombre está aquí trabajando’. Es fascinante”.

Y así, foto a foto, este trabajador de la imagen construye un catálogo de hábitos y costumbres de nuestra sociedad que, seguro, le trascenderá en el tiempo. “Me gusta pensar que mi trabajo –más allá de las fotos que escojo para mostrar—es un archivo para antropólogos, periodistas, investigadores, arquitectos… Creo que mis contactos tienen ese valor”, admite.

La fotografía es una necesidad. Mi necesidad es estar solo y divagar. Y, mira, he encontrado la fotografía”, sentencia Salvans. La muestra puede verse en Foto Colectania de Barcelona hasta el 21 de noviembre.