Entrevista

Eladio Carrión, el monarca de la esquina del trap

El artista de Puerto Rico es uno de los nombres del 2021, que ha culminado con una nominación a los Grammy latinos. Hace unos años cambió radicalmente de vida: dejó la natación para buscarse los pesos en la música, un camino tortuoso que le llevó a tener que dormir en su coche.

Eladio Carrión, antes de la entrevista con EL PERIÓDICO

Eladio Carrión, antes de la entrevista con EL PERIÓDICO / Ferran Nadeu

Ignasi Fortuny

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Eladio Carrión podría ser el nombre de un cantante de boleros perfectamente. Pero es el de una de las estrellas más rutilantes del trap. Uno de los hombres del año desde que en enero lanzara 'Monarca', uno de los mejores discos de 2021, que le ha valido incluso para estar nominado en los próximos Grammy latinos (en el apartado de mejor disco de música urbana). No contento con eso, el de Puerto Rico (26 años) cerrará el año con otro álbum más, 'Sen2 Kbrn Volumen 1', publicado en julio. Un tipo, por cierto, nacido en Kansas City (EEUU) porque allí estaba destinado su padre, militar, y que a los 11 años volvió a su patria.

Su música está llena de ingredientes de su corta vida en Estados Unidos: "Mi base es bien rap. Por mis hermanos, con seis años escuchaba a Eminem, 50 Cent, 2Pac...". La cultura americana, con el deporte en el centro, está en sus canciones: "Ayuda a conectar con la gente. El deporte, además de la música, es uno de los lenguajes más universales que hay".

Lo cuenta Eladio Carrión un mediodía en Barcelona en medio de una pequeña gira de trabajo. Su ruta por España le ha llevado a entrar en un estudio con Rels B, Delarue, Morad y Beny Jr, por ejemplo. En Barcelona, ciudad a la que le confiesa un gran amor, fue el último baile de su vida anterior, cuando iba para nadador profesional. La capital catalana fue en 2013 el escenario de su última competición internacional. Carrión pasó en unos años de la disciplina militar de este deporte a la vida perfectamente desordenada de un artista de éxito: ahora se va a dormir cuando antes se levantaba para ir a entrenar. "Fue un cambio bastante drástico, pero a la vez no lo noté mucho porque quizá estoy en el estudio hasta las 4 am, y para mí eso es como un entrenamiento", comenta.

Acabó en la piscina porque sus padres buscaban que el pequeño Eladio - "hiperactivo, intranquilo"- llegara a casa sin pilas. "Soy bien competitivo. Si hay algo que me molestaba en los deportes de grupo era entrenar mucho para que al final perdiera por culpa de otra persona. Me gustaba porque era un deporte individual, dependía de mi empeño para dar resultados. Sentía que tenía más control de mi éxito", apunta. "Me dio la base para todo, ser disciplinado, perseverante...", añade. También la marihuana, muy presente en su obra y figura, dice que le ayuda a construir su música: "Mi mente está rápida siempre y me ayuda a asentarme, me calma la mente, me relaja".

He dormido en el carro frente al estudio... No tenía donde ir, tenía mucha hambre, tenía mi ropa en bolsas de basura.

— Eladio Carrión

Se desenamoró de la natación cuando había que empezarse a ganarse la vida. "¡Tienes que ser Michael Phelps para ganarte unos pesos!", exclama. A partir de ahí fue enlazando trabajos en hostelería o comercios. No fue fácil arrancar hasta poder llegar al punto en el que se encuentra hoy (casi 7 millones de oyentes en Spotify, por ejemplo). Lo cuenta -"100% real"- en la canción 'Mírame': "En mucho' mueble' yo dormí; con los cristales abajo en el carro". "El que te dice que vivir de la música es fácil te miente. He dormido en muchos sofás, en el carro frente al estudio... No tenía donde ir, donde quedarme, tenía mucha hambre, tenía mi ropa en bolsas de basura...", cuenta.  Parece sincero ahora cuando dice que valora mucho el hecho de "haber perdido cierto miedo saber donde voy a hacer mi próxima comida o donde voy a alojarme".

Y, en medio de todo esto, Carrión triunfó en la extinta red social de vídeos cortos Vine haciendo sketches cómicos. "Me dio como un entendimiento del gusto general de las personas. Está lo que tu piensas que es gracioso y lo que la gente piensa que es gracioso. Y se trata de encontrar un punto medio. En la música es igual", apunta.

El micrófono como psicólogo

La canción 'Kemba Walker' (2019), con Bad Bunny, supuso para Eladio Carrión un trampolín importante en cuanto a popularidad. Por cierto, de alguna manera él también es una figura clave en la carrera del Conejo Malo, pues le mostró su música cuando era un desconocido a su actual mánager, Noah Assad, jefe de Rimas Entertainment. Y de ahí al número uno del mundo para Bad Bunny. "Los americanos quieren hacer temas con nosotros, antes era al revés", dice Carrión.

Viniendo de Puerto Rico, Carrión lo tenía fácil sumándose al carro del reguetón, pero él hace trap, innegociable, aunque a veces haga sus pinitos también en el género de los huevos de oro. "Yo tengo mi esquina, 100%. Nunca he hecho música pensando en uno. Podría hacer números, pero me gusta hacer lo que me llega. La gente me ha aceptado. Llevamos dándole para que el público entienda que esta es mi esquina. Yo voy hacer mis reguetones, pero esta esquina es mía", proclama.

Con el trap, a diferencia del reguetón, es más fácil contar historias

— Eladio Carrión

"En 'Sauce Boyz 2' [próximo álbum] va a haber cosas comerciales, un par de reguetoncitos, pero a mí manera", anuncia. "En el reguetón no puedes entrar en tantos sentimientos porque la gente lo escucha más para estar de fiesta. Con el trap se me hace mas fácil contar historias", añade. Carrión rapea llevándose a todo por delante. Intenta que en cada 'barra', cada verso, haya un 'punchline', un golpe directo al mentón. "Soy de los pocos artistas que le está dando mucha importancia a esto", considera. Una manera de desahogarse que ha hecho fortuna. "El micrófono es mi psicólogo", resume.

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