Crítica de cine

Crítica de 'Un segundo', de Zhang Yimou: la memoria del cine

El director de ‘La linterna roja’ y ‘La casa de las dagas voladoras’ juega con los personajes, y con las expectativas del espectador, yendo de la comedia al drama con enorme sencillez.

Un fotograma de 'Un segundo', de Zhang Yimou

Un fotograma de 'Un segundo', de Zhang Yimou / El Periódico

Quim Casas

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Como en casi todo el cine de Zhang Yimou, ‘Un segundo’ está repleta de muy buenas ideas lastradas, de vez en cuando, por pasajes algo reiterativos. En este caso, tiene coartada cinematográfica: un hombre evadido de un campo de trabajo durante la revolución cultural china pone en peligro su vida para conseguir una lata de película. Ni es un delirio ni se trata de un cinéfilo empedernido que desafía la inclemencia política de su tiempo a través del cine. El individuo quiere ver un noticiario porque en él aparece su hija, a la que hace años que no ve y a la que, probablemente, nunca volverá a ver. El problema es que en su camino se cruza una joven de presencia medio salvaje que también roba fragmentos de película, aunque por motivos bien distintos.

El filme es el recorrido tragicómico por una tierra inhóspita hasta llegar a una pequeña población en la que va a proyectarse dicho noticiario como complemento a un filme heroico sobre las virtudes maoístas. El director de ‘La linterna roja’ y ‘La casa de las dagas voladoras’ juega con los personajes, y con las expectativas del espectador, yendo de la comedia al drama con enorme sencillez; quitando hierro a un asunto muy serio hasta alcanzar su cenit emotivo en la proyección de dicho noticiario mediante ingeniosas técnicas del proyeccionista del pueblo, el otro personaje capital de un filme que concluye de forma tan bella como triste.

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Un segundo'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Un segundo'. /

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