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'Censor': el turbador primer largo de Prano Bailey-Bond juega fuerte en Sitges 2021

La directora galesa visita Sitges para presentar a concurso 'Censor', su fascinante inmersión en la época de las 'video nasties' y el alma torturada de una censora cinematográfica

Prano Bailey-Bond, directora de 'Censor'

Prano Bailey-Bond, directora de 'Censor' / Mark Chapman

Juan Manuel Freire

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La directora Prano Bailey-Bond es demasiado joven para haber vivido la era de las 'video nasties', cuando un puñado de películas de terror fueron prohibidas o censuradas y convertidas en chivo expiatorio de todos los males de la sociedad británica. Pero ese periodo represivo siempre le ha resultado fascinante. "Y en concreto, la figura del censor, sobre la que siempre quise hacer una película", explica vía telefónica. "Recuerdo haber leído que en los años de la Hammer, siempre se censuraban las imágenes de sangre sobre los pechos de una mujer porque temían que llevaran a los hombres a cometer violaciones. Y me imaginaba qué pasaría si, no sé, un censor tirara mermelada por el escote a una cita. Si creería que iba a hacer algo terrible".

El censor acabó siendo censora en 'Censor', su turbador primer largo, con el que asombró en el festival de Sundance y debería llevarse premio en Sitges. "Quería hacer una película sobre nuestra relación con el cine de terror, sobre cómo interactúa con nuestras partes oscuras. Convertir al personaje en mujer me permitía explorar todavía más matices, sobre todo en lo relativo a la violencia sexual". 

Autocensura psicológica

Niamh Algar

Esta (anti)heroína retrotrae al ingeniero de sonido Gilderoy (Toby Jones) de 'Berberian Sound Studio', otra persona solitaria que debe mirar imágenes que le producen rechazo para ganarse la vida. "Tuve la idea para 'Censor' alrededor de 2012, antes de que se estrenara la película de Strickland", señala Bailey-Bond. "Pero mi trabajo y el suyo se parecen en el sentido en que en ambos casos estamos viendo una película de terror sobre gente que ve películas de terror. Cuando trabajaba con Niamh, hablamos sobre todo de 'La maldición de los Bishop', en la que la protagonista duda sobre su propia realidad; 'La pianista', por lo reprimido de su heroína, y por último 'Cisne negro', que mezcla ambas cosas”.

"Lo hago para proteger a la gente", dice Enid sobre su trabajo, pero también lo hace por protegerse a sí misma: "Quería explorar la censura del cine y también la que aplicamos a nuestros propios recuerdos. Enid ha crecido con mucho sentido de culpa; solo ha salido adelante ocultándose a sí misma aspectos del pasado y su personalidad".

Mitología propia

'The witch who came from the sea'

'Censor' incluye cameos de películas reales ('Terror sin habla', 'Frozen scream'), pero Bailey-Bond ha creado también sus propias 'video nasties', como la muy apetecible 'Don't go in the church'. ¿Se trataba de preservar el aire irreal del filme y no conectarlo en exceso con la historia, con la realidad? “Sí, así es. Las cosas 'de verdad' pueden sacar demasiado al público de la ficción. Además, los fans del terror lo saben todo y, si cometes el mínimo error, te lo tendrán en cuenta", apunta entre risas. 

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