Festival de San Sebastián

'Distancia de rescate', de Claudia Llosa: los miedos de la maternidad en clave hipnótica y telúrica

Claudia Llosa adapta la novela del mismo título de Samanta Schweblin en una película (original de Netflix) en clave sensorial, en la que se aborda el miedo y la culpa constante de las mujeres a la hora de proteger a sus hijos de los peligros que nos rodean.

Llosa

Llosa / Europa Press / Alberto Ortega

Beatriz Martínez

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Samanta Schweblin publicó en 2014 'Distancia de rescate', una novela que se convertiría rápidamente en una de las obras más importantes de la nueva literatura latinoamericana escrita por mujeres. Un cuento sobre los terrores de la maternidad en un entorno rural y telúrico, a medio camino entre lo real y lo fantástico, entre la vida y la muerte que parecía imposible de adaptar al cine dadas las características del relato, un diálogo entre una joven madre en estado febril y un niño que intenta ayudarla a recomponer las piezas de los acontecimientos que le han llevado a una situación crítica. “Amanda, céntrate en los detalles. Eso no es lo importante”. Pero ¿qué es lo importante?

Ahora, la directora de origen peruano afincada en Barcelona, Claudia Llosa, pone en imágenes todo ese rico universo entre atávico e hipnótico en una película que se ve al mismo tiempo que se siente, en el que lo físico es igual de importante que lo sensorial, y en la que se pone de manifiesto qué es lo importante: en qué momento la distancia de rescate, el cordón umbilical que nos une a nuestros hijos y que nos mantiene alerta de cualquier peligro, se rompe para siempre. 

“La novela recorría espacios que sentía muy propios, como la complejidad de lo femenino, la maternidad o la exploración del universo mágico”, cuenta la directora en el Festival de San Sebastián, donde presenta la película en Sección Oficial. 

Para ella, uno de los aspectos fundamentales era cimentar la relación entre Amanda (María Valverde), que llega con su niña pequeña a un pueblo perdido entre la naturaleza salvaje y la explosiva Carola (Dolores Fonzi), por la que sentirá una inmediata fascinación. “Son dos mujeres que conversan, que comparten sus vacíos, también sus miedos, que se embelesan, se intoxican y recorren un espacio en el que aparece una paranoia que parece hablarnos del mundo en el que vivimos”. 

La directora de películas tan aclamadas como 'Madeinusa' o 'La teta asustada', reconoce que cuando comenzó el proyecto no sabía hasta qué punto iba a tocar temas que estaban a punto de explotar a nuestro alrededor. “La pregunta que recorre el relato es, ¿en qué momento ocurre la desgracia?, ¿en qué momento se ha roto la distancia de rescate con el planeta?, ¿cuándo empieza la cuenta atrás? Lo que me interesaba era esa suerte de envenenamiento inminente en nosotros, en nosotras, en el mundo, y toda esa herencia maldita que se traspasa a nuestros hijos, cómo nos cuidamos como individuos y como miembros de una comunidad global”. 

La distancia de rescate es perpetua, es visceral e incontrolable, es un instinto animal de las madres hacia sus hijos, pero es en la separación donde se construye la identidad. El miedo nos hace estar alerta, pero cuando se enquista se convierte en un motor de fatalidad. ¿Cómo gestionar nuestras decisiones y atenciones? ¿Estamos obligadas las mujeres a hacerlo todo bien? De eso y muchas otras muchas cosas habla en clave alegórica 'Distancia de rescate'.