Marina Herlop abre nuevos caminos con 'Pairidaeza'

Marina Herlop, una de las compositoras, pianistas y cantantes más aventureras de su generación, ha transformado la sala Tete Montoliu del Auditori casi en una selva para experimentar nuevas sensaciones y emociones. 'Pairidaeza', que significa jardín en persa, es un curioso espectáculo interdisciplinar que se puede ver solo este viernes y el sábado.

La mayoría de las melodías que interpretará son inéditas. Algunas de las cuales incluyen letras en catalán, toda una novedad para una artista como Herlop, famosa por expresarse con su voz utilizando sonidos tan sugerentes como abstractos. Piano, voz, sonidos electrónicos, guitarras, movimiento, naturaleza... son muchos los elementos que intervienen en esta 'delicatessen' que permitirá disfrutar de piezas que forman parte de 'Pripyat'(PAN), tercer disco de Herlop, que aparecerá a principios de 2022.

'Pairidaeza' surge de la fértil colaboración del dúo Tarta Relena (voces, ipads y teclados), con el que ya trabajó en su segundo disco 'Babasha'; el estudio de arquitectura Takk, que ha diseñado un espacio lleno de plantas; Laia Duran y Lorena Nogal, bailarinas de La Veronal; Òscar Garrobé, bajo, y Toni Llull, percusión. Todos ellos se quedaron con las ganas de estrenar este espectáculo el pasado julio en el último Grec. Un caso de covid obligó a suspender en el último momento.

Artesanía

"Tenemos la idea del artista como ídolo extravagante, excéntrico. Aqui intentamos mostrar lo contrario: los artistas como artesanos que cuidan de un espacio circunscrito al movimiento y a toda la historia que nos precede", explica la creadora. "La música es como un jardín, un espacio salvaje que has de ordenar", afirma Herlop, que también estará en el Sónar el próximo 30 de octubre . "Al principio pasas por una faceta de aprendizaje que una vez superada te hace creer que tienes suficiente pericia para crear. Pero, a medida que profundizas en la música, te das cuenta de tu insignificancia porque es infinita. Además, como en cualquier arte existen ciertas normas y patrones así que te acabas dando cuenta que no eres tan libre. Y no puedes domesticar la naturaleza, tan solo darle forma".

El jardín que ha montado en el Auditori es "bastante selvático". No tiene nada de zen pero parece sentirse a gusto en él. "Este proyecto me ha colocado en otra dimensión. No sé si tendrá más recorrido o no pero seguro que todo lo que he descubierto en cuanto a conciencia del movimiento, del espacio y de la iluminación son cosas que no dejaré escapar. Creo que mi directo ha crecido con esta experiencia".