Crítica de teatro

'Eva contra Eva': brillante juego de espejos en el Teatre Goya

El texto de Pau Miró, la dirección de Sílvia Munt y una enorme Emma Vilarasau, al frente de un sólido reparto, allanan el camino del éxito

La pieza bebe de la película de Mankiewicz y Bette Davis, pero pronto coge su propio vuelo bajo la forma de un 'thriller' enigmático y juguetón

EVA CONTRA EVA

EVA CONTRA EVA / Sílvia Poch

José Carlos Sorribes

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Volver a un clásico siempre supone un riesgo y más si se hace con una película tan emblemática como 'Eva al desnudo' (1950). Pero no se ha arrugado Pau Miró para mirar de cara al filme de Joseph L. Mankiewicz, con la gran Bette Davis en su pulso con Anne Baxter. La diva que se ve amenazada por el paso del tiempo y la llegada de nuevas generaciones es el material central de la película y también el que emplea el dramaturgo para levantar 'Eva contra Eva'. La pieza teatral, que dirige Sílvia Munt, se inspira en el filme pero crece por su propio camino, y lo hace con éxito incuestionable en su estreno barcelonés en el Teatre Goya. Ha llegado a la capital catalana con un largo recorrido ya hecho, incluidos cambios de reparto y una gira española con una versión en castellano con Ana Belén al frente.

Miró es un dramaturgo de trayectoria más que contrastada. Es capaz de moverse a campo abierto en los variados temas que propone en una escritura siempre muy afinada. En 'Eva contra Eva' plantea un brillante e inteligente juego de espejos con esa actriz madura (Emma Vilarasau) a la que la aparición de la joven aspirante (Nausicaa Bonnin) le sienta como si la mueven de su pedestal. Además, en ese juego que nos plantea Miró realidad (vida) y ficción (teatro) se mezclan sin que nada chirríe. Así, el dramaturgo se atreve con puntillosas referencias teatrales que nos son cercanas, y no duda en ponerse él también ante el espejo. Lo hace a partir del personaje de Àlex Casanovas, que es a la vez pareja de la protagonista, y el director y autor de la que va a ser su nuevo estreno. 

La gran reina de la obra

Tras el arranque bajo la huella de Mankiewicz, pronto coge 'Eva contra Eva' la acertada vía de un 'thriller' tan enigmático como juguetón con el espectador, siempre con su protagonista en el centro. Algo inevitable cuando Vilarasau pisa la escena. La magnética actriz, todo un seguro para el éxito teatral, es la gran reina de la obra y cuenta además con un séquito de altura con Bonnin, Casanovas y dos veteranos como Andreu Benito (el experimentado y socarrón crítico teatral), y Miriam Alamany, quien quizá debería alimentar menos la caricatura en su rol de representante de la diva.

Munt es una gran cómplice del texto de Miró con una dirección ajustada. Su carrera de actriz casi ha quedado en segundo plano al convertirse en una reputada directora teatral. Miró y Munt se permiten el juego de una penúltima escena que no conviene desvelar y que desata el aplauso del público antes de lo previsto, pensando que el telón está a punto de caer. Pero no. Aún falta el cariñoso remate entre el crítico y la estrella como un brillante colofón para una pieza muy bien engrasada.