Crítica de 'Sevillanas de Brooklyn': la dignidad de la comedia proletaria

Desde Miguel Albaladejo, pocos directores han sacado tanto partido al costumbrismo hispano como Vicente Villanueva, curioso que ambos sean levantinos. Desde sus primeros cortos (como el mítico 'El futuro está en el porno'), Villanueva se ha adentrado con una sensibilidad especial en ese espacio entre la miseria y la dignidad de la clase trabajadora centrándose en sus problemas cotidianos a través de una fuerte carga de crítica social y un humor muy negro. Su nueva película, a pesar de lo nefasto de su título y su cartel, es una nueva muestra de su pericia a la hora de manejar los moldes de la comedia grotesca en la que los personajes pueden ser caricaturescos, pero están llenos de emoción y verdad. 

La siempre estupenda Carolina Yuste se sitúa al frente de un reparto coral en el que una familia de barrio ejerce su dominio de la picaresca para acoger en su casa a un estudiante de intercambio afroamericano. Los prejuicios clasistas, el racismo, la precariedad económica (la pobreza, directamente) y las sevillanas (así como los supuestos estereotipos que nos definen como país) se unen en un cóctel lleno de ingenio en el que la arrolladora Estefanía de los Santos, que ejerce de matriarca del clan, se convierte en la auténtica reina de la función. 

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Sevillanas de Brooklyn'

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