Penélope Cruz se acerca un poco más a la leyenda en la Mostra de Venecia

Penélope Cruz tiene tres Goyas, un Oscar, un premio de interpretación femenina en Cannes -’ex aequo’-, un BAFTA, un premio de la Academia del Cine Europeo y, desde este sábado, también la Copa Volpi que concede la Mostra de Venecia; en toda la historia, pocos intérpretes han logrado tantos honores como ella. Y la mayoría de ellos son producto de su trabajo al lado de Pedro Almodóvar, que sin duda representa una de las colaboraciones entre un director y una actriz más fructíferas que el cine ha conocido.

La ficción que hoy ha dado un poco más de brillo a su vitrina, ‘Madres paralelas’, sirve para subrayar una obviedad: cuando trabaja con el manchego, se crece. Aunque no le falta apoyo actoral en pantalla, la actriz carga sobre sus espaldas todo el peso de la nueva película, que toma la forma de un íntimo melodrama doméstico para abordar el asunto de la memoria histórica; y por eso se entiende que el jurado haya decidido encarnar en ella la presencia en el palmarés de uno de los títulos que más halagos han acumulado a lo largo de los últimos diez 11 días, pese a que ello signifique confirmar a Almodóvar como uno de los más grandes cineastas que nunca han ganado el oro en ninguno de los grandes festivales del mundo.

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León de oro para 'El acontecimiento'

La francesa Audrey Diwan, en cambio, se ha convertido en la nueva ganadora del León de Oro con la que tan solo es su segunda película como directora. ‘El acontecimiento’, basada en el libro de la gran novelista Annie Ernaux, se convirtió en gran favorita para ganar el premio inmediatamente después de ser proyectada el pasado lunes, y con motivo. Retrato de una mujer adolescente que trata de interrumpir su embarazo en la Francia de principio de los 60, cuando el aborto aún era ilegal, la película defiende con ferocidad la noción de libertad individual y el derecho de cada mujer a ejercer el control sobre su propio destino. Y para ilustrar su convicción de que esa es la única postura correcta acerca de ese asunto, Diwan no recurre al didactismo ni a la búsqueda de la polémica sino a dosis apabullantes de rigor y autenticidad dramáticos. El que hoy ha recibido ‘El acontecimiento’ no solo es un premio justo, sino también uno necesario. Dada la creciente amenaza que para las libertades de las mujeres supone el auge del conservadurismo más fundamentalista y fanático, debería ser vista por la mayor cantidad posible de gente, y el León de Oro le será de gran ayuda en ese sentido.

Un Sorrentino muy personal

Aunque no son igual de indiscutibles, tampoco pueden ponérseles verdaderas pegas a los respectivos ganadores de los premios que ocupan los puestos inmediatamente inferiores del palmarés en orden de importancia. El Gran Premio del Jurado ha ido a parar a ‘Fue la mano de Dios’, que se las arregla para ser la película menos ‘sorrentiniana’ del italiano Paolo Sorrentino pese a que, a la vez, es la más personal -relata una pérdida de inocencia adolescente basada en la que él mismo experimentó-; en otras palabras, es su obra menos compleja a niveles formal y conceptual y, a cambio, la más inmediatamente emotiva.

Y el Premio Especial del Jurado que su compatriota Michelangelo Frammartino ha logrado gracias a ‘Il Buco’, por su parte, es un reconocimiento a su integridad estética y a la finura con la que difumina la línea que separa la ficción y el documental. Por lo que respecta al galardón a la Mejor Dirección obtenido por Jane Campion gracias a ‘El poder del perro’, que supone el regreso al cine de la neozelandesa tras 12 años alejada de él, es una recompensa indudableme