Novedad editorial

Las distopías en clave 'noir' también se sueñan en catalán

Teresa Solana y Àlex Martín coordinan la primera antología en lengua catalana que hibrida ciencia ficción con una trama detectivesca

'Somia Philip Marlowe amb xais elèctrics' cuenta con relatos de Andreu Martín, Salvador Macip, Marc Pastor, Margarida Aritzeta, Anna Maria Villalonga, Llort y Max Besora, entre otros

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A1-124613532.jpg / SERGI CONESA

Anna Abella

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A los once autores de ‘Somia Philip Marlowe amb xais elèctrics?’ se les pidió un relato de ciencia ficción que imaginara cómo será el futuro y que incluyera una trama detectivesca. El resultado, sin previo acuerdo, fue que todos coincidieron en escribir una distopía. Efecto directo de estos meses de pandemia, "todos comparten un tono pesimista y la visión fatalista de un futuro nada confortable", constata Àlex Martín Escribà, editor de Alrevés y director de la colección ‘Crims.cat’, que ha coordinado esta antología, la primera en catalán que hibrida novela negra y ciencia ficción, junto a la escritora Teresa Solana, artífice de la idea. 

Junto a ella, ‘sospechosos’ habituales que han cultivado ambos géneros -Llort, Salvador Macip, Anna Maria Villalonga, Marc Pastor, Margarida Aritzeta, Andreu Martín, Max Besora, Jordi de Manuel, Jordi Nopca y Carme Torras- construyen las historias de esta aventura literaria que sigue la senda de Manuel de Pedrolo, y que, como ya propone el título del libro, homenajea a un referente de la novela negra, Raymond Chandler, creador del detective Marlowe, y a otro de la ciencia ficción, Philip K. Dick y a su icónica, transgresora y revolucionaria novela de 1968 ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, que inspiró la cinematográfica ‘Blade Runner’

"Antes te imaginabas un futuro apocalíptico y resulta que con la pandemia ya se ha convertido en nuestro presente. Aunque por suerte no hemos visto imágenes de gente saliendo a la calle con pistolas y saqueando tiendas. La gente ha sido más civilizada", opina Solana para este diario, reunida en la librería Obaga de Barcelona junto a tres de sus colegas, Aritzeta, Llort y Villalonga.

Antes te imaginabas un futuro apocalíptico y resulta que con la pandemia ya se ha convertido en nuestro presente

— Teresa Solana

"Todas las distopías son negativas pero creo que coincidimos en ellas porque eso nos hizo pensar que podíamos luchar por un futuro que no fuera así, como una forma de reivindicar lo contrario, porque queremos un mundo mejor que este", señala Aritzeta, quien en los años 80, en la que fue su primera obra de ciencia ficción ‘Grafemia’, imaginaba cómo "un tipo propagaba un virus por el mundo y se sucedían las restricciones para controlar la pandemia"… Para ‘Somia Philip Marlowe…’ vuelve a ello en "una Barcelona donde la poca gente que queda tras una tormenta solar y varias pandemias vive bajo una campana de cristal. La realidad es tan aburrida que buscan experiencias en crímenes del pasado".  

En fila, Àlex Martín, Margarida Aritzeta, Anna Maria Villalonga, Llort y Teresa Solana, este viernes en la librería Obaga.

En fila, Àlex Martín, Margarida Aritzeta, Anna Maria Villalonga, Llort y Teresa Solana, este viernes al lado de la librería Obaga. / SERGI CONESA

En la antología, que presentan este domingo en la Setmana del Llibre en Català, "hay humor y parodia, visiones ciberpunks y mundos donde la humanidad ha acabado controlada por los poderes tecnológicos, de hecho, ideas que ya estaban presentes en Philip K. Dick: cambio climático, robótica y humanidad, control por parte de la tecnología, deriva hacia dictaduras sutiles y controladoras…", certifican Martín Escribà y Solana.

"La ciencia ficción ha sido muy útil para especular sobre cómo será la sociedad del futuro si no vigilamos, como se ve en la serie ‘Black mirror’. Pensé que sería interesante que colegas de novela negra nos imagináramos cómo sería ese futuro pero inventando una trama detectivesca", explica Solana, que en el relato que aporta a la antología recupera a su mossa d’esquadra Norma Forester convertida ya en una viejecita centenaria que ve cómo su nieta se ve involucrada en una trama de 'thriller’ "en una Barcelona distópica en la que el nivel del mar ha subido, han desaparecido los turistas y los barrios se han llenado de grandes naves industriales donde se fabrican productos que se venden en China". 

Corrupción y suicidios

También en una sociedad castigada por "pandemias, calentamiento global, y con refugiados climáticos" ambienta su cuento Villalonga, quien asegura que "nadie se creía que saldríamos mejor de la crisis del covid". En línea con esa oscuridad, focaliza su distopía, apunta, "en la corrupción institucional y el racismo, con una policía de una brigada especial antisuicidios", un grave problema, añade, del que se debería hablar más. 

Mientras el también médico e investigador Salvador Macip rinde un homenaje a Poe, Llort ha optado por "huir de imágenes pospandémicas y de gente con mascarilla" para escribir, explica, "un divertimento, un juego con mucho humor y referentes de la literatura y el cine de ciencia ficción, de ‘Lost’ a ‘Blade Runner’ pasando por ’20.000 leguas de viaje submarino’". Besora, que dispara hacia la censura y la política, es el responsable de las ilustraciones de trazo infantil que acompañan cada historia, como si las hubiera dibujado su personaje de la niña Betsy de Vós.

Concluye Aritzeta recordando que, "ya sea en utopías o distopías, los crímenes siguen existiendo en todas las sociedades".