Investigación del Instituto de Biología Evolutiva

Una salmonelosis, y no la peste, arrasó las tropas de Felipe IV que sitiaron Barcelona en 1652

Es la conclusión del estudio genómico realizado a dos soldados de una fosa común en el barrio de La Sagrera

El trabajo también sugiere que la fiebre paratifoidea llegó a América con la colonización

APARECEN 358 ESQUELETOS DE LA GUERRA DELS SEGADORS EN LAS OBRAS DE LA SAGRERA

APARECEN 358 ESQUELETOS DE LA GUERRA DELS SEGADORS EN LAS OBRAS DE LA SAGRERA / Alejandro García

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La fiebre paratifoidea, una forma poco frecuente de salmonelosis, devastó al Ejército de Felipe IV que sitiaba la ciudad de Barcelona en 1652, según ha revelado un estudio genómico hecho a dos soldados de esa tropa cuyos restos fueron hallados en una fosa común en el barrio barcelonés de La Sagrera.

La investigación, llevada a cabo por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE-CSIC-UPF), ha revelado que fue la fiebre paratifoidea y no la peste, como se creía hasta ahora, la causante de la muerte de cientos de los soldados del ejército real que sitiaban Barcelona.

Los investigadores han identificado la bacteria patógena causante de la fiebre paratifoidea a través del análisis del genoma completo de los restos de los dos soldados del Ejército de Felipe IV hallados.

Según los historiadores, durante la Guerra de los Segadores, las tropas del rey de España que asediaban Barcelona en 1652 murieron por centenares debido a una pestilencia desconocida y decenas de soldados fueron enterrados apresuradamente en fosas comunes, a veces vestidos y con las botas puestas.

Hasta ahora, se había propuesto la peste -causada por la bacteria Yersinia pestis- como posible patógeno causante de la epidemia, pero no se había podido comprobar. Ahora, los investigadores del IBE han recuperado el genoma completo de los dos soldados hallados y han identificado una gran fracción del genoma del patógeno causante de la fiebre paratifoidea.

La fiebre llegó a América con la colonización

El análisis, además, revela que las cepas de bacterias identificadas coinciden con las que ya se habían recuperado en México, del siglo XVI, por lo que, según el responsable del estudio, Carles Lalueza-Fox, el trabajo sugiere que la fiebre paratifoidea llegó a América con la colonización europea, provocando posiblemente las conocidas epidemias de cocoliztli.

El análisis se ha hecho a partir de material genético conservado en los dientes de los dos soldados hallados en una excavación arqueológica en La Sagrera junto con otros 576 esqueletos que se amontonaban en fosas comunes.

En concreto, los investigadores han recuperado en uno de los soldados una fracción sustancial del linaje de Salmonella enterica serovar paratyphi C, ligada a la fiebre paratifoidea en la época colonial en México.

Los resultados, que publica la revista 'Science', apoyan un número creciente de evidencias que demuestran que la fiebre paratifoidea era más frecuente en Europa y América en el pasado de lo que es hoy y que podría haber llegado al continente americano de la mano de los colonos europeos.

"Nuestras observaciones evidencian la presencia de la fiebre paratifoidea entre las tropas del rey de España durante el sitio de Barcelona, pero no podemos descartar que a la vez se produjeran brotes de peste; habrá que examinar un mayor número de esqueletos antes de que Y. pestis se pueda descartar formalmente como agente de la enfermedad que afectó a los acosadores de Barcelona", ha añadido Lalueza-Fox.

Según los investigadores, la presencia de S. paratyphi C en la España del siglo XVII es particularmente interesante en el contexto de las epidemias históricas, debido a que estas cepas ya no están presentes en la diversidad mundial actual de S. paratyphi C.

Interés por la evolución del patógeno

La comprensión sobre cómo ha evolucionado un patógeno a lo largo del tiempo puede tener un interés médico para combatir la enfermedad relacionada que ha llegado a la actualidad.

Actualmente, las fiebres tifoideas y paratifoideas afectan hasta 14 millones de personas y ocasionan la muerte de 135.900 anualmente, sobre todo en los países de África subsahariana, el sudeste asiático y el sur de Asia, donde representan una de las principales causas de fallecimiento y de discapacidad.

"La genómica de patógenos antiguos es un campo emergente que permite la reconstrucción de epidemias pasadas y la evolución de patógenos que todavía nos afectan y que podría ser de ayuda para entender posibles epidemias futuras", ha concluido Lalueza-Fox.