Festival de cine

Larraín se suma al victimismo en torno a Lady Di en su biopic 'Spencer'

El director chileno compite en Venecia con su aportación a que no decaiga la obsesión de la cultura popular con Diana de Gales

'Spencer', de Pablo Larraín.

'Spencer', de Pablo Larraín.

Nando Salvà

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Incluso sus ‘groupies’ más fervorosos y los fetichistas de las Casas Reales en general podrán estar de acuerdo en que, sobre todo después de la cuarta temporada de ‘The Crown’ y del empeño de cierta prensa en mencionarla cada vez que se habla de Meghan Markle, ya es hora de que la cultura popular le de un respiro a su obsesión por Diana de Gales, una vez conocida como Diana Spencer. Y eso, sin embargo, no ha impedido que exista una película llamada ‘Spencer’, ni que este viernes haya sido presentada a concurso en la Mostra de Venecia.

Ambientada durante unas vacaciones navideñas que Lady Di pasó junto a la Familia Real británica en el castillo de Sandringham a principios de los 90, durante las que al parecer decidió que su matrimonio con el Príncipe Carlos estaba muerto -eso, en todo caso, es lo que imagina la película-, ‘Spencer’ revela algo que resultará familiar a quien no haya pasado las últimas décadas sin conexión al mundo, o en coma: que la princesa se sintió prisionera tanto de los Windsor, sus protocolos y sus tradiciones como de la prensa que la perseguía día y noche, y que eso -además de las infidelidades de su marido- provocó su ruptura con la realeza.

Kristen Stewart hablando raro

La película está firmada por el chileno Pablo Larraín, un director habitualmente magnífico que en ‘Jackie’ (2016) retrató a otra mujer ilustre en un momento crítico: Jacqueline Kennedy en los días posteriores a la muerte de JFK. Pero si en aquella película trató de buscar el reverso de la imagen que su protagonista mantenía en público, aquí se contenta con subrayar el victimismo que rodea a Diana a través de una serie de escenas que recuerdan los desórdenes alimentarios derivados de su ansiedad, momentos que tratan de retratarla como una niña grande y secuencias oníricas que intentan convertirla en sosias de Ana Bolena. En medio de todo eso se encuentra Kristen Stewart, una actriz que, no importa lo mucho que se disfrace, siempre se parece sobre todo a ella misma. Aquí, el tinte rubio y el acento inglés no permiten que veamos en ella a Diana. Vemos a Kristen Stewart teñida de rubio y hablando raro.

En última instancia, la respuesta que ‘Spencer’ provoque dependerá de la empatía que cada espectador sea capaz de sentir hacia la versión que ofrece de su protagonista, que no es necesariamente igual a la mujer que murió a causa de un accidente automovilístico en agosto de 1997. La Diana de ‘Spencer’ es una joven que sigue necesitando que le expliquen los requisitos protocolarios de su posición, a pesar de que se casó hace diez años y entonces ya debía saber dónde se metía; que lamenta ser una víctima de los fotógrafos a pesar de que, en la vida real, supo manejarlos con gran habilidad; y que se declara una persona de gustos modestos aunque, mientras lo hace, en ningún momento suena creíble.  

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