Lee Perry, creador de éxitos del reggae y de poderosa marihuana sonora

El bienio 1976-1977 fue mágico para el reggae. Max Romeo publicó 'War ina Babylon' (1976), Junior Murvin editó 'Police & thieves' (1977), The Congos lanzaron 'Heart of the Congos' (1977) y The Heptones, celestiales veteranos de los tiempos del rocksteady, se pusieron al día con 'Party time' (1977). Los cuatro álbumes son obras maestras y los cuatro están producidos por Lee 'Scrath' Perry, que también tuvo tiempo de producir 'Complete control' (1977), con 'City of the dead' en la cara B, uno de los mejores sencillos de The Clash, si no el mejor, aunque nada tiene que ver con la música jamaicana, en la que el grupo de Joe Strummer y Mick Jones incursionaría muy en serio en breve. Perry falleció el domingo pasado a los 85 años en el hospital Noel Holmes (Lucea, Jamaica).

1976 arrojó otro disco capital de la música hecha en Jamaica, en este caso el dub (manipulación psicoactiva de ritmos de reggae, mayormente de canciones ya publicadas): 'Super ape', atribuido a The Upsetters, esto es, el grupo de acompañamiento de las grabaciones de Perry, a menudo formado por los músicos que en ese momento tuviera a mano. El más popular de los alias artísticos de Perry era The Upsetter y Upsetter Records era el nombre de su sello discográfico. Por si no ha quedado claro: 'Super ape' es un disco de Perry, que solo fue por detrás de King Tubby como pionero del dub.

No salió de la nada Perry en 1976-77. Nacido en el pueblo de Kendall en 1936, Perry se inició en el ultracompetitivo negocio musical isleño a finales de la década de 1950 en los 'sound systems' de Clement 'Coxsone' Dodd, empresario y productor que pronto fundaría Studio One, epicentro inicial de la música jamaicana. Allí daría sus primeros pasos como productor. Ya independizado (y, al parecer, enfrentado con Dodd; no olvidemos que El Molestoso es una posible traducción de The Upsetter), Perry fue una figura crucial en la transformación del ska y el rocksteady en el más lento y profundo reggae.

La gallina de los huevos de oro

Perry produjo el primer álbum de Bob Marley & The Wailers ('Soul rebels', 1971) y un buen número de piezas con categoría de grandes clásicos de Marley, como 'Small axe', 'Trench Town rock', 'Lively up yourself' o 'Kaya', canciones todas ellas que el artista regrabaría ya como ídolo planetario y disponibles en el magnífico recopilatorio 'African herbsman' (1973). Que semejante musicón saliera de un estudio tan rudimentario como Black Ark casi eleva a milagro el talento de Perry, Marley, los Wailers y los Upsetters, que también participaron en algunas grabaciones

No sería extraño que Perry muriera maldiciendo todavía a Marley y sobre todo a Chris Blackwell, amo y señor de la discográfica británica Island Records, de cuya mano el cantante se convirtió en un icono mundial a partir de 'Catch a fire' (1973). Marley fue para Perry un traidor y Blackwell, un apropiacionista cultural de la peor calaña, si bien no hay que olvidar que Perry había vendido bajo mano al sello Trojan las cintas de lo que sería 'African herbsman' y se había quedado toda la pasta. En cualquier caso, sí, le birlaron delante de las narices la gallina de los huevos de oro.

No el más equilibrado de los humanos, Perry se ponía además hasta las cejas de drogas. Black Ark ardió, al parecer porque él le prendió fuego en un delirio religioso. Su figura fue ampliamente reivindicada a partir de los años 90 por la música electrónica y el hip-hop. En paralelo, se convirtió en imprevisible atracción de festivales de todo el mundo. Como Joe Meek, Phil Spector (otro par de casos) o Dr. Dre, Perry hizo del estudio el instrumento definitivo.

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