Entrevista

Emma Vilarasau: "Las 'momias' no nos queremos ir"

La actriz (Sant Cugat, 1959) estrena por fin en Barcelona 'Eva contra Eva', una obra de Pau Miró inspirada en el filme de Mankiewicz 'Eva al desnudo'

Como Bette Davis frente a Anne Baxter en la oscarizada película, ella y Nausicaa Bonnín se enfrentan en un despiadado duelo a las órdenes de Sílvia Munt en el Goya, a partir del jueves

Silvia Munt presenta "Eva contra Eva" en el Teatre Goya de Barcelona

Silvia Munt presenta "Eva contra Eva" en el Teatre Goya de Barcelona / Quique García

Marta Cervera

Marta Cervera

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¿Qué representa interpretar este rol donde se mezclan vida y teatro?

No me gusta hacer obras que tengan que ver con el mundo del teatro. En el fondo pienso: ¿a la gente qué le importa esto? Bastantes problemas tenemos ya. Pero la obra va más allá del mundo del espectáculo y se puede trasladar a otras profesiones porque habla del momento de una mujer. Es una mujer de una edad, la mía, que entra en crisis. No se sabe muy bien si entra o la hacen entrar. Habla de cómo es la mirada de los demás hacia ti y de como acabas asumiéndola.

¿Qué tipo de mirada?

Esa que te dice que eres una diva y que se te acaba el tiempo. Son cosas que mi personaje empieza a asumir hasta que dice: "No, lo piensen otros no significa que deba aceptarlo". La obra muestra también el choque entre la generación que sube, lo ha tenido muy duro y ya tiene ganas de sacarse de encima a las 'momias' para ocupar su lugar. Pero las 'momias' no nos queremos ir. Yo tengo mucha energía y mucha vida todavía. Como ves, son cosas que pueden trasladarse a otros terrenos. Este, tiene el morbo que habla de una actriz muy fuerte y con mucho carácter que puede llegar a ser cruel. Para ella la profesión pasa por encima de casi todo.

¿Ha sido así para usted?

No. Yo he intentado desenvolverme con todo, que no es fácil. He tenido muy en cuenta a la gente que quiero. Durante años, cuando los niños eran pequeños, fue complicado. Ahora van a la suya y puedo dedicarle todas las horas a mi trabajo.

¿Por eso hizo tanta televisión? No le fue nada mal con 'Nissaga de poder' y 'Vent del Pla'.

Me aferré a las series de TV3 porque cuando hacía teatro la vida con mis hijos era incompatible. Tuve la suerte de empalmar una serie con otra. Rechacé muchas ofertas pero era feliz pasando los domingos en casa.

A diferencia de su personaje de diva en 'Eva contra Eva', ¿atraviesa un momento dulce?

Personalmente me siento con enormes ganas de hacer muchas cosas. Tengo energía y proyectos. Y voy haciendo cosas. Pongo en marcha proyectos, me apunto a otros y por ahora -toquemos madera- me va muy bien. Ha empezado una época, y esto se lo debemos a Hollywood, en que actrices maduras hacen cine sin necesidad de estar operadas. Se reivindica poder hacerse mayor tal cual y se hace con alegría, no con resignación sino con poder. Yo tengo una edad, he aprendido muchas cosas y no quiero ir a casa a guardármelas para mí sino compartirlas y enseñarlas a quien pueda.

¿Busca sus propios proyectos?

A veces. Tampoco hay tantas obras para mujeres de esta edad. Hay muchas obras para mujeres de 40 y pocas para las de 60. Y hay muchas cosas de las que hablar. Me interesa el tema de la mujer cuidadora. Hay muchas en esta situación y no se les da valor. No solo hay latinoamericanas cuidando a nuestros mayores. Las mujeres de aquí hemos cuidado mucho.

Los hombres no tanto.

No, porque reivindican que tienen su trabajo, su vida. Aunque nosotras también hemos trabajado, históricamente el papel de cuidadoras nos ha tocado más.

Hablando de hombres y mujeres, ¿debe primar la paridad o la excelencia?

Evidentemente ha de primar la excelencia pero hasta que las mujeres lleguen a tener las mismas oportunidades que los hombres debe haber bastantes años de paridad obligatoria. Cuando lleguemos a ese momento donde desde el punto de salida podamos ir todos con las mismas posibilidades hacia la meta, entonces que prime la excelencia. Ahora mismo eso no ocurre en ningún campo ya sea de ciencias o de letras. Los sitios de poder están copados por hombres.

Repite a las órdenes de Silvia Munt por segunda vez. ¿Qué tiene de especial?

Nunca trabaja con lo evidente, busca todo lo que hay detrás de cada frase. Tiene un gran ojo crítico, no se cansa nunca de decirte las cosas. No te deja pasar una. Nos entendemos muy bien, formamos un buen tándem. Cuando estás en escena y piensas que estás dando algo y no lo haces, es difícil decírtelo. Hay que encontrar la manera y decirlo bien. Ella sabe cómo. Sílvia entiende mucho al ser humano y busca la autenticidad rompiendo el esquema de la interpretación. No sé explicarlo bien pero busca otra cosa y hace que muestres aspectos que quizá no enseñarías. Su teatro huye de lo explícito, de lo obvio. Es muy bonito transitar ese camino.

Y por fin 'Eva contra Eva' llega a Barcelona.

Más de una vez pensé que no llegaríamos. Nos quedamos con las ganas en marzo de 2020. Ahora, tras un año de la última función en Girona, diría que en todo este tiempo la obra se ha enriquecido. En parte porque Sílvia ha montado una versión en castellano en Madrid. Y es diferente también porque contamos con dos nuevos actores, Álex Casanovas y Míriam Alamany, en los roles que hacían Eduard Farelo y Marissa Josa. Es difícil mantener el mismo reparto después de tanto tiempo.

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