Estreno de cine

'Candyman': terror contra el racismo en Estados Unidos

Jordan Peele produce y escribe una nueva versión de 'Candyman', con la directora Nia DaCosta al frente

El filme reformula toda una mitología monstruosa desde la perspectiva joven y fresca de una de las grandes representantes del cine negro actual

Fotograma de la pelicula Candyman.

Fotograma de la pelicula Candyman.

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

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Candyman se ha convertido por derecho propio en uno de los monstruos más icónicos de la historia del cine de terror. Se le invoca repitiendo cinco veces su nombre frente a un espejo y entonces aparece rodeado de abejas y con su garfio dispuesto a rebanarte el pescuezo. Ahora Jordan Peele y la cineasta Nia DaCosta recuperan el mito para dotarlo de un mayor discurso político sobre la represión y la violencia a la que históricamente se ha sometido a la comunidad negra, convirtiéndose la figura de Candyman en un revulsivo contra el racismo y la intolerancia. Una versión moderna, oscura y dotada de un contundente mensaje de denuncia social. 

La herencia del mito

Clive Barker, también creador de Hellraiser Teorías de la Nueva Carne

Apareció en uno de los relatos contenidos en sus fundamentales 'Libros de sangre', titulado 'Lo prohibido', que giraba en torno al poder de las leyendas en el imaginario colectivo y de qué forma podían convertirse en una realidad. En 1992, Bernard Rose adaptaría esta historia en 'Candyman. El dominio de la mente', un cuento macabro que sentaría las bases de toda la mitología alrededor del personaje. La presencia magnética de Virginia Madsen, la propia naturaleza del monstruo (el primero afroamericano, encarnado por Tony Todd), su carácter romántico y terrorífico y la banda sonora de Philip Glass terminaron convirtiendo este título en un referente dentro del género. 

"De joven vi mil veces 'Candyman'", cuenta Jordan Peele. "Por primera vez la comunidad negra tenía su propio villano, que precisamente había nacido del sufrimiento y la explotación. Pero para hacer un 'remake' contemporáneo teníamos que alejarnos del punto de vista de la mujer blanca que había aportado Virginia Madsen y convertirlo en una película que fuera heredera del Black Lives Matter". 

El punto de vista de una mujer negra

"Queríamos hacer una película que conectara con las nuevas generaciones", continúa Peele. "Y dentro del género son muchas las mujeres que están demostrando nuevas visiones muy interesantes". Todavía no son multitud, pero está claro que son parte de la renovación desde la perspectiva femenina que se está produciendo en el terror, más si tenemos en cuenta que ellas lo abordan desde un punto de vista racial. Entre ellas encontramos a Mati Diop ('Atlantique') Dee Rees y Nijyatu Jusu (que se encuentran preparando proyectos) o las cortometrajistas Raeshelle Cooke, Tamara S. Hall, R. Shanea Williams, Mika Kenyah… y Nia DaCosta, que acaba de dar el salto al cine de superhéroes con 'The Marvels'

La directora conectó a la perfección con Peele a la hora de abordar el terror con elementos de carácter social. "No queríamos hacer una película didáctica, pero sí que planteara algunos temas de una manera directa, como la violencia policial. Candyman nos daba la posibilidad de mirar hacia esta violencia como un ciclo que nunca se termina"

Leyendas urbanas: regreso a Cabrini-Green

allí es donde también nació el protagonista de este 'remake' que funciona a modo de secuela, Anthony McCoyaunque él no se acuerde de nada de lo que le pasó cuando era un bebé, como que fue raptado por Candyman y estuvo a punto de morir quemado.

Han pasado treinta años y McCoy vive cerca de lo que fue Cabrini-Green que, tras derrumbarse en su mayor parte, se ha gentrificado y convertido en una zona hípster de la ciudad. Él y su novia, Brianna (Tenoyah Parris) se dedican al mundo del arte. Él es pintor y ella comisaria de una galería. Una noche, invitarán a unos amigos a cenar y les contarán la leyenda de Candyman. Anthony comenzará a obsesionarse, a investigar y poco a poco empezará a sufrir cambios tanto a nivel físico como de comportamiento. 

"Creo que Candyman simboliza el poder de las historias y cómo se perpetúan en el tiempo en un bucle infinito", dice Yahya Abdul-Mateen II. "Candyman es un mito y un monstruo, pero América crea monstruos todo el tiempo. Así que creo que esta película habla del dolor, del trauma de la vida de los negros en este país". 

Espejos y marionetas

Para contar la historia del mito de Candyman, Nia DaCosta prefirió experimentar a través de una técnica más artesanal y experimental como es la de las marionetas y los juegos de sombras. Así, refuerza el carácter de cuento macabro que se encuentra presente en la historia. "Hablamos mucho sobre lo mucho que odiábamos la forma tradicional de hacer 'flashbacks' y cómo podíamos utilizar el filme original para seguir ampliando todo su imaginario -relata DaCosta-. Y enseguida se nos ocurrió las sombras de títeres, que nos acercaban de alguna manera a cine más manual y primigenio, como la historia que da origen a Candyman". 

En cuanto al uso de los espejos, de los reflejos, tan importantes para la historia de Candyman, que lleva implícito lo que hay al otro lado, la imagen opuesta, reconoce que fue uno de los grandes retos de la película a la hora de rodar, sobre todo debido a cuestiones técnicas. "Hay un montón de tomas de 'zoom' en espejos, para potenciar el efecto de que el espectador sienta que se mete dentro de ellos". 

Nuevos monstruos

DaCosta piensa que Candyman puede tener muchas caras, todas las que tenga la gente alrededor de los ídolos, de los mártires o de la representación de lo opuesto a lo humano. ¿Es un monstruo? ¿Un villano? "Eso depende de cada uno", dice. "Yo lo veo más como una especie de antihéroe".

"Para mí, Candyman es, en esencia, una alegoría del racismo en América", dice Jordan Peele. "En la película Nia DaCosta explora la cuestión de la raza en muchos niveles, desde lo incómodo a lo devastador. Cuando una persona va a ver una película de terror quiere que le de miedo, pero nosotros queríamos que experimentaran el trauma, porque el terror habla de nosotros como sociedad. Y Candyman es el representante de la semilla de la violencia racial en Estados Unidos". 

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