Citas veraniegas

Los festivales de música surfean con éxito la quinta ola del covid

Cap Roig, el primer Cerdanya Music Festival, Porta Ferrada, Peralada, Arts d'Estiu, Terramar y Portalblau cierran con balances muy positivos pese a las restricciones

Vetusta Morla en el festival e Porta Ferrada

Vetusta Morla en el festival e Porta Ferrada / FERRAN SENDRA

Marta Cervera

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Un potente concierto de Vestusta Morla en el Guíxols Arena, el mayor escenario del festival de Porta Ferrada, y una inspiradísima Sara Baras en el de Cap Roig despidieron este sábado dos de los festivales más importantes de Catalunya, ambos en la Costa Brava. Los dos llenaron, una tónica que se ha repetido este verano. Público y artistas tenían muchas ganas de reencontrarse y se notó en todas partes, aunque para ello hubiera que estar sentado y con mascarilla a pesar de estar al aire libre. La quinta ola del covid-19 no ha amargado la salud de los festivales de música.

La nueva orientación de Portalblau en L'Escala y el primer festival en La Cerdanya, que concluye este lunes con Love of Lesbian, han calado. "No ha estado mal para ser el debut", opina Martín Pérez, responsable del Cerdanya Music Festival, que se ha beneficiado de su experiencia acumulada en el Festival de Pedralbes, entre otros. "Hemos estado a 41 grados de día pero de noche oscilaba entre 26 y 21, una temperatura agradable". El cambio climático parece haberle beneficiado: la cita ha evitado las famosas tormentas de la zona. "Empezar un festival nuevo siempre es arriesgado". De las 17.000 entradas puestas a la venta para 10 actuaciones, Pérez calcula cerrar con 13.700. Nada que ver con el Festival de Pedralbes con casi 100.000 asistentes -98.874 de pago-, en una novena edición pletórica, del 1 de junio al 25 de julio.

Todos los promotores coinciden en que la gente este año tenía muchas ganas de disfrutar. Artistas incluidos, aunque los cachés han bajado. Con el 70% del aforo como máximo (algunas citas decidieron limitarlo al 50%) es imposible pagar como antes. Toca adaptarse a la nueva realidad. "¡No has de explicar mucho, basta una hoja de cálculo!", dice Pérez.

Rosario, Sílvia Pérez Cruz, Manel, Sopa de Cabra, Estopa y Oques Grasses, entre otros, se han puesto las botas ante la ausencia de competencia extranjera. La variante delta afectó a grupos como El Pot Petit, que no pudo actuar en Portalblau, y a Antonio José, que tuvo que cancelar en Cap Roig.

Menos aforo, más 'sold out'

En el Terramar de Sitges, del 29 de julio al 13 de agosto, las cifras registradas fueron 14.520 entradas vendidas y un 88% de ocupación total en sus 14 actuaciones. Lejos quedaron las cifras de 2019 con 25.175 espectadores, imposibles de conseguir con un aforo reducido a la mitad este año: 1.100 localidades máximo.

Peralada también redujo considerablemente el aforo del escenario principal, a solo 700 espectadores, y concentró todas las actuaciones de su 35º edición del 16 de julio al 1 de agosto. Se agotaron las localidades en 12 de los 14 espectáculos de ópera, danza y pop. Solo la soprano Lise Davidsen canceló. Se vio perjudicada por los cambios en los protocolos del Gobierno alemán ante el avance de la quinta ola. "Ha sido la edición más intensa y más compleja", reconoce Oriol Aguilà, director del festival.

Éxito en Arts d'Estiu y Porta Ferrada

Las ganas de recuperar la normalidad se dejaron notar también en otras citas como el Arts d'Estiu de Pineda de Mar, este año aliado por primera vez con la productora The Project, que también trabaja en el Porta Ferrada. "Entre ambos hemos colocado 50.000 entradas", dice feliz el promotor Iñaki Martí. Arts d'Estiu contó con 14.000 asistentes -12.500 de pago- y alcanzó el 92% de ocupación. De los 12 conciertos, ocho fueron 'sold out'.

En Porta Ferrada, de las 43.000 entradas disponibles se vendieron 38.000 y hubo una ocupación del 88%. "Hemos alcanzado cifras prepandemia", dice orgulloso el director del festival, Albert Mallol.

Desde Jardins de Cap Roig, en Calella de Palafrugell, Juli Guiu, su director, manifiesta estar "muy contento" tras la reapertura este año con gradas ampliadas a 2.500 asientos para solo poder ocupar 1.700 por normativa del Procicat- y una zona 'village' más grande para mantener las distancias de seguridad-. Éxito rotundo: 33.607 entradas vendidas y el 98% de ocupación. "Estamos muy satisfechos. De los 21 espectáculos realizados, 19 fueron 'sold out' y los que no vendieron todas las entradas estuvieron muy cerca, faltó un 10%", explica Guiu. Nada mal si tenemos en cuenta que en 2019, cuando la pandemia no existía, hubo 10 'sold out' en los 26 espectáculos. Artistas de ayer y hoy como el legendario Raphael, Silvia Pérez Cruz y Blaumut arrasaron ante un público entregado.

Cara al año próximo, Guiu espera poder mantener la nueva zona de restauración mucho más amplia para garantizar las distancias de seguridad. "Ojalá las modificaciones que hemos realizado se puedan quedar". Los toques de queda no han ayudado a las zonas 'village' de los festivales, otro aspecto del negocio. No es lo mismo quedarse de fiesta después de un concierto que tener que marcharse pitando.

La nueva etapa de Portalblau, el festival de L'Escala, triunfó con su propuesta multitemática en bellos espacios paisajísticos y patrimoniales. Cristina Torres, su directora, califica como "histórica" esta 14ª edición, con más entradas agotadas que nunca. Más de 10.000 asistentes -9.000 con entrada de pago, pues había actividades gratuitas- y un 90% de ocupación avalan su apuesta por artistas de calidad y de proximidad como Cor de Teatre. Los internacionales, el polifacético autor marroquí Mahi Binebine y la cantante greco-francesa Dafné Kritharas, anularon después de que en Catalunya aumentaran los contagios, pero vendrán la próxima edición. Passenger canceló en Cap Roig. También Ben Harper, Jamie Cullum y Kool and the Gang suspendieron en Porta Ferrada, que el próximo año, en su 60º aniversario, espera contar con ellos y apostar a lo grande por el humor, la clásica y la danza más allá de los grandes conciertos de pop-rock.

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