Crítica de música

David Bisbal, civilizada algarabía en Cap Roig

El cantante almeriense desató su fogosidad latina y apostó por la balada reparadora en el festival de Calella de Palafrugell

David Bisbal en Cap Roig

David Bisbal en Cap Roig / David Borrat / EFE

Jordi Bianciotto

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Casi 20 años después de su entrada en escena vía ‘OT’, David Bisbal es una marca que equivale a fogosidad latina y a golpe de cadera a la luz de la luna, un cliché que él mima y moldea abriendo espacios para la balada expiatoria abierta al melisma sureño. El suyo es un personaje nítido, sin dobles fondos, que garantiza noches de civilizada algarabía en plazas como Cap Roig, donde acudió este jueves cargado con su último disco, ‘En tus planes’.

Bisbal superprofesional, hecho un pincel con su traje azul y dispensándonos sus postureos seculares, separando las piernas y apuntando al horizonte con el índice, o girando sobre sí mismo como una peonza. Será el suyo un estilo que deja poco poso, pero es único y distinguible. Conocedor de los ‘tempos’ del escenario, se ocupó de asentar el concierto en la frugal rumba tropical (el corte titular del nuevo disco) y en esas baladas de vocalización afectada, como ‘La necesidad’, donde le dice a su interlocutora que ella es “la frontera entre estar vivo y vivir”. Este Bisbal de 42 años tiende más a la introspección. “Me gusta la energía, pero también el sentimiento”, dejó claro a propósito de melodramas con aspiraciones reparadoras como ‘Culpable’ o ‘Perdón’.

Escalada en llamas

Bisbal sigue siendo el chico de Almería que apostilla sus frases con un “por Dios y por la Virgen” y que en pleno sarao dice estar pensando en su señora madre. Luce un verbo poco desarrollado, con sus “momentos mágicos” y su inclinación a “sentir el sentimiento”. Pero nunca ha pretendido aparentar lo que no es, y en Cap Roig, arropado al detalle por una banda de altas prestaciones (a la guitarra, Ludovico Vagnone, también ocupado este verano con Estopa), abrumó con su liviana sensualidad y ese ‘crescendo’ en llamas (virtuales) a golpe de ‘Si tú la quieres’ (su dueto discográfico con Aitana) y de ‘Bulería’ y ‘Ave María’, los números de los que nunca se podrá despegar.