Estreno de cine

Crítica de 'Jinetes de la justicia': del duelo a la venganza

Anders Thomas Jensen retuerce lo indecible una historia de venganza con elementos de comedia negra, absurda y dislocada

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Jinetes de la justicia'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Jinetes de la justicia' /

Quim Casas

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Más allá de la torrencial presencia de Mads Mikkelsen, uno de esos actores que lo devora todo en pantalla, ‘Jinetes de la justicia’ sabe retorcer lo indecible una historia simple de venganza y fracturar constantemente el drama, que lo hay, con elementos de comedia negra, absurda y dislocada. El resultado es una saludable combinación en la que el hieratismo tradicional de los relatos nórdicos de intriga mezcla a la perfección con el sentido del humor que proporcionan los bizarros personajes que acompañan a Mikkelsen en su itinerario justiciero. Es una película de venganza, cierto, pero al final, y tras unos saludables giros de guion, cuestiona también esta variante genérica que ha ido del cine fascista de los justicieros urbanos al estudio de las violentas contradicciones de la especie humana.

Mikkelsen encarna en el filme a un militar que debe quedarse más días de los deseados en un conflicto bélico. En ese lapso, su esposa muere en un accidente de metro en el que también iba su hija. El militar regresa a casa e intenta estar con la hija adolescente, a la que no sabe cómo tratar. Pero la aparición en escena de un solitario y obsesivo experto en Matemáticas, que estuvo también presente en el accidente, da un vuelco a lo que no debía ser nada más que un proceso de duelo. Según el matemático, no fue un accidente sino un atentado. La película se convierte en la no menos obsesiva búsqueda de los culpables. El grupo que conforman el militar, el matemático y los disparatados amigos de este, informáticos no menos bizarros, es cualquier cosa menos el grupo salvaje de Sam Peckinpah.