El genio truncado de John Belushi

¿Es posible desvincular la vida de John Belushi de su trágica muerte? ¿Importa más su legado artístico o sus lecciones sobre cómo vivir rápido y morir joven? Su apellido ocupa un lugar esencial en la historia de la comedia estadounidense pero, ¿se debe eso a su rol pionero en el icónico programa televisivo ‘Saturday Night Live’ (SNL) y sus éxitos cinematográficos o, más bien, a la sobredosis que se lo llevó por delante en 1982, con solo 33 años? El documental ‘Belushi’ trata de despejar dudas al respecto de una vez por todas poniendo el énfasis en su vida en lugar de hacerlo en su terrible muerte.

Desde el pasado jueves disponible en Movistar+, la película recorre la biografía de su protagonista desde su complicada infancia, marcada por su condición de inmigrante albanés y su difícil relación con sus padres, y en el proceso presta especial atención tanto en su método cómico rabiosamente personal -la actitud antiautoritaria e irreverente, la puesta en escena salvaje, el singular talento para la mímica, la querencia compulsiva al extremismo- como en el insoportable tormento que le causaban sus inseguridades y las expectativas imposibles que se imponía. Para ello, ‘Belushi’ combina viejas imágenes de sus apariciones en pantalla y sobre los escenarios, segmentos animados a cargo de Robert Valley -autor de los videoclips de Gorillaz- y una colección de extractos de las conmovedoras cartas que el actor mandó a lo largo de los años a su esposa, Judy Belushi Pisano, y que contradicen la reputación de hombre bruto que su humor fomentaba.

Lo que vertebra el documental, eso sí, es una sucesión de fragmentos sonoros de las entrevistas que, en colaboración con el escritor Tanner Colby, la viuda del intérprete empezó a recopilar poco después de la publicación en 1984 de ‘Como una moto’, el controvertido libro biográfico a cargo del periodista Bob Woodward que detallaba con pelos y señales la espiral drogota que selló su destino. A modo de reacción contra lo que consideraba una visión sensacionalista y distorsionada de la vida de su marido, a lo largo de dos décadas Belushi Pisano habló con figuras como el productor Lorne Michaels -creador de ‘SNL’- los directores John Landis e Ivan Reitman y compañeros cómicos como Dan Aykroyd, Carrie Fisher y Harold Ramis, e inicialmente reunió aquel material en una biografía publicada en 2005.

La comedia más taquillera

Es precisamente Ramis quien, en un momento de la película, sitúa el principio del fin para Belushi en 1978, precisamente el año en el que llegó a lo más alto: su debut cinematográfico, ‘Desmadre a la americana’, se convirtió en la comedia más taquillera de todos los tiempos; ‘Briefcase Full of Blues’, primer disco de los Blue Brothers -la banda que lideraba junto a Aykroyd-, se aupó a lo más alto de las listas de éxitos; y ‘SNL’ obtuvo los mejores índices de audiencia de su historia. "Lo primero que pensé al respecto fue, ‘cuánto me alegro por él’", recuerda Ramis. "Lo segundo fue: ‘no va a sobrevivir a ello’". Antes de eso, es cierto, ya había evidenciado dificultades para lidiar con la fama. Su relación con sus compañeros de reparto en ‘SNL’ no era fácil, en buena medida por su narcisismo, sus celos, su falta de disciplina y, como señala la cómica Jane Curtin en el documental, la actitud misógina que mantenía frente a los miembros femeninos del equipo.

Ni los esfuerzos de su esposa ni el apoyo de sus allegados pudieron sacarlo de la espiral autodestructiva en la que permaneció en sus últimos años

En efecto, el estrellato de Belushi trajo consigo una escalada drástica en el consumo de cocaína y heroína y un descenso notable en su productividad. Ni los esfuerzos de su esposa ni el apoyo de sus allegados pudieron sacarlo de la espiral autodestructiva en la que permaneció en sus últimos años y que, inevitablemente, destruyó su capacidad para trabajar; en la película, el productor Richard Zanuck recuerda cómo, durante el rodaje de algunas escenas de ‘Mis locos vecinos’ (1981), pocos meses antes de su muerte, el actor debía ser sujetado para mantenerse en pie frente a cámara. Las cartas que envió a su esposa evidencian el dolor que las drogas le causaban, pero también su impotencia contra la adicción.

Dolor de Aykroyd

Al final del documental, roto a causa del dolor y los sentimientos de culpa, Aykroyd recuerda que en el momento de la muerte de Belushi él estaba trabajando en el guion de ‘Cazafantasmas’, y confiaba en que aquella película devolvería a su amigo a la senda del éxito. Entre las imágenes que ilustran sus palabras hay un vídeo casero, grabado durante uno de los escasos periodos de sobriedad del actor, que muestra el tipo de vida ordenada que nunca pudo llegar a vivir, y al mismo tiempo da que pensar en todos los grandes momentos cómicos de los que su prematura muerte nos privó.