Crítica de cine

'Mogul Mowgli': La herencia como enfermedad

Esta ópera prima del británico Bassam Tarriq cuenta con la colaboración estrecha en el guion del actor Riz Ahmed, que aborda un papel similar al que compuso en 'Sound of metal', pero con diferentes implicaciones e intenciones.

Riz Ahmed, en un fotograma de 'Mogul Mowgli'

Riz Ahmed, en un fotograma de 'Mogul Mowgli' / El Periódico

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la pasada edición de los Oscar, Riz Ahmed estuvo nominado por su impresionante interpretación en 'Sound of metal', en la que encarnaba a un batería de noise metal que perdía la audición y tenía que acostumbrarse a vivir con el silencio. Un año después, el actor se implicaría de una manera más personal en otro relato que puede resultar similar en su esquema, pero cuyo fondo esconde una derivación completamente diferente que tiene que ver con la herencia, con el peso de los orígenes. 

En 'Mogul Mowgli', Ahmed es ahora un cantante de rap que procede de una familia musulmana muy religiosa. Sus letras intentan capturar el espíritu de una comunidad oprimida y justo cuando está a punto de conseguir sus sueños, quedará prácticamente inválido por culpa de una enfermedad autoinmune. 

A diferencia de 'Sound of metal', el viaje del protagonista no tiene que ver tanto consigo mismo y su proceso de adaptación a su enfermedad, sino con su conflictiva relación con sus raíces, con la tradición de su pueblo y con sus padres. 

Bassam Tariq debuta en la dirección y el propio Ahmed firma el guion y la letra de las canciones. Un potente tándem creativo para una película que bascula entre la furia y la alucinación, entre la denuncia y las renuncias, y que aporta una óptica diferente y vibrante al choque cultural a través de una historia que en ningún momento cae en la autocompasión o el victimismo.