EtHall, un oasis artístico en L'Hospitalet de Llobregat

Poco tiene que ver EtHall con cualquier idea preconcebida que se pueda tener sobre las galerías de arte. Los altos techos de madera -a los que les falta alguna teja- y las paredes blancas algo desconchadas forman parte del encanto de esta galería situada en una antigua nave de L'Hospitalet de Llobregat, que en su día fue una fábrica de caramelos abandonada.

Lejos quedan las galerías de arte en las que prima el lujo y en las que parece que Audrey Hepburn, caracterizada al más puro estilo 'Desayuno con diamantes', fuera a asomarse en cualquier momento. Un lujo materialista del que Jorge Bravo, propietario de EtHall, trata de escapar. Y no es el único. En el mismo edificio donde se erige EtHall, Bravo convive con otros cuatro artistas que decidieron escapar del corazón de Barcelona y situar sus estudios o galerías en Hospitalet. "Espacios como este permiten muchas más posibilidades a un menor precio", admite. Estos lugares que "se salen del paradigma burgués de lo que es una galería" permiten a los artistas presentar sus proyectos de una forma más libre y desinhibida, "menos encorsetada", explica.

La galería etHall de L'Hospitalet triunfa en los Premios GAC 2021

EtHall se convertía hace escasos días en la gran triunfadora de los premios GAC 2021, alzándose con los reconocimientos a Mejor Programación, Mejor Exposición de Artista de media carrera -por 'Esmorteir l'esmorteït', de Eulàlia Rovira- y el galardón DKV a Mejor Exposición de Artista Emergente, entregado a Jaume Clotet.

Apuesta por "la frescura"

"Reconozco y respeto el sentido más comercial del arte, pero no es lo que yo priorizo", dice Bravo, que opina que precisamente el prestigio de su galería proviene de una apuesta por artistas que se alejan de lo que quizás más se cotiza en el mercado del arte. Prueba de ello es la exposición actual: un revoltijo de arenas de diferentes procedencias, migas, pelo y hasta el caparazón de un centollo que, en milimétrica colocación, suponen la última obra del inglés Duncan Gibbs. "Yo siempre me fijo en las propuestas de artistas que me llevan a lugares en los que no he estado. Se trata de buscar cosas que te motiven o que te saquen de tu zona de confort", valora.

De hecho, la EtHall se caracteriza por una apuesta por artistas jóvenes y nuevos, aunque su propietario reconoce que la importancia recae en "la madurez" de la obra. "Es cierto que en parte los artistas jóvenes tienen cierta frescura y desarrollan nuevos lenguajes artísticos, pero no me fijo solo en su edad, sino en el proyecto que me presentan".

¿Elitismo o cosmopolitismo?

"Barcelona siempre ha sido una ciudad cosmopolita e ilustrada. Tiene una alta tradición de coleccionismo y aprecio por el arte", aclara Bravo, de origen aragonés pero afincado en Catalunya desde hace más de tres décadas. Sin embargo, los últimos años han supuesto un cambio de rumbo que se ha hecho más que evidente, opina, tras criticar la creciente tendencia al provincianismo.

"Hay algunos coleccionistas que sí atienden a la escena local, tanto de artistas como de programación de galerías, pero también muchos que prefieren comprar en ferias internacionales", aclara el director de EtHall, quien revindica una vuelta a la Barcelona cosmopolita y revivir un coleccionismo que ahora mismo "es paupérrimo".

Los tres premios GAC, añade, se traducen en "un reconocimiento al esfuerzo que hago trabajando con otros parámetros", que apuestan, "arriesgadamente", por desmarcarse de lo que busca el mercado del arte. "Hay gente que no entiende este tipo de arte contemporáneo pero tenemos que romper esa barrera. Uno tiene que saber dónde está, de dónde viene y mantenerse firme", sentencia.