Estreno

La Fura dels Baus impacta en Sicilia con unas 'Bacantes' feministas

El director Carlus Padrissa sorprende al público del Teatro Griego de Siracusa con una versión actualizada de la tragedia de Eurípides con un Dioniso mujer y un grito contra la violencia de género

Uno de los espectaculares momentos de 'Las bacantes'.

Uno de los espectaculares momentos de 'Las bacantes'. / FRANCA CENTARO

Marta Cervera

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Italia despierta de la pesadilla del covid-19 y se reencuentra con sus festivales este verano tras más de un año largo de sequía cultural en vivo y en directo. El veterano festival de Siracusa (Sicilia), con más de un siglo de existencia -respaldado por la Fundación INDA (Instituto Nacional de Teatro Antiguo)- acogió para su regreso una moderna y sorprendente producción de 'Las bacantes', de Eurípides, dirigida por Carlus Padrissa, codirector de La Fura dels Baus, en el magnífico Teatro Griego de la ciudad. Sus orígenes se remontan al siglo V a.C. cuando llegó a albergar a 15.000 espectadores. Hoy en día su capacidad es de 5.000 aunque por precaución ante la pandemia, solo se habilitaron 3.000 entradas.

Lucia Lavia, Dioniso en 'Las bacantes' de Carlus Padrissa, en un ensayo de la obra estrenada este domingo en el Teatro Griego de Siracusa.

Lucia Lavia, Dioniso en 'Las bacantes' de Carlus Padrissa, en un ensayo de la obra estrenada este domingo en el Teatro Griego de Siracusa. / Maria Pia Ballarino

El público aplaudió con fervor la visión feminista y actual de 'Las bacantes' -primera tragedia griega teatral en la trayectoria de un director que montó la ópera 'Electra'-, con un Dioniso interpretado por Lucia Lavia, una actriz muy popular en Italia. El aplauso fue para todo el elenco pero en especial para la cuarentena de jóvenes estudiantes de la Academia teatral de la Fundación INDA. Ellos integraron el coro de las bacantes en un bautizo profesional que les ha llevado a situarse físicamente en muchos rincones del teatro, incluso, colgados de una inmensa grúa.

Rap y Battiato

Antigüedad y modernidad dialogaron tanto en el vestuario de Tamara Joksimovic como en la puesta en escena en la que aparece incluso un rapero interpretando una parte del texto. No fue el único golpe de efecto del montaje que desplegó todo tipo recursos musicales -con un recuerdo para el cantautor siciliano Franco Battiato fallecido este año- lumínicos y escenográficos para actualizar esta obra estrenada en el año 405 antes de Cristo, cuatro años después de morir su autor.

La figura articulada que representa a `Sémele' en el montaje de 'Las bacantes'.

La figura que representa a Dioniso en el montaje de 'Las bacantes'. / MARIA PIA BALLARINO

El escenario ilustraba el árbol genealógico del rey de Tebas la historia de la mitología griega sobre el que se desplegaron todo tipo de efectos e imágenes tanto poéticas como simbólicas. Impactó la entrada de Dioniso, Dios del vino y los placeres terrenales. Representado por una enorme escultura metálica de la que la actriz desciende para atravesar una gran cabeza, representación del raciocinio y de la mente del rey Penteo, incapaz de reconocer la necesidad del ser humano de entregarse a los goces de Dioniso -Baco para los romanos- para liberarse de sus males con rituales que llevaban a la locura y al éxtasis. También sorprendió la recreación de su nacimiento representado por una figura articulada de grandes dimensiones (Sémele) suspendida por una enorme grúa, la misma que hizo posible toda una serie de impresionantes amalgamas de cuerpos y formas aéreas, entre ellas una impresionante bola del mundo humana.

Mujeres empoderadas

Tempestuosa a veces, cómica otras, la actriz principal cautivó con su amplia gama de registros junto a un reparto donde destacaron, entre otros, el veterano Antonello Fassari como Tiresias, el adivino cuyos brazos salían de los ojos de una inmensa máscara para destacar su ceguera, Stefano Santospago como Cadmo e Ivan Graziano como Penteo, el rey tebano que se niega a reconocer a Dioniso como una deidad.

Antonello Fasari, como el adivino ciego Tiresias, y Stefano Santospago, como Cadmo, en 'Las bacantes'.

Antonello Fassari, como el adivino ciego Tiresias, y Stefano Santospago, como Cadmo, en 'Las bacantes'. / FRANCA CENTANO

El coro de bacantes despuntó desde el primer momento con su energía y fuerza cuando aparecieron con unas hordas salvajes en lo alto de las gradas y descendieron al escenario provocando al público. En otro momento se manifestaron con pancartas y consignas en castellano: "Todos somos Baco". El montaje de Padrissa sintoniza con las protestas contra los feminicidios y la violencia de género en México de hace dos años, que estallaron cuando preparaba esta producción.

Las imágenes del desenfreno no fueron muy explícitas. Padrissa optó por sugerir a través de detalles, movimientos y coreografías, terrestres y aéreas, dejando volar la imaginación de cada cual al oír la narración de las escenas más lujuriosas y caníbales. 'Las bacantes' se representará hasta el 20 de agosto alternándose con dos obras de Esquilo: 'Las coéforas/Las euménides' en una elegante e invernal puesta en escena de Davide Livermore y 'Las nubes', de Aristófanes, dirigida por Antonio Calenda.

Otros festivales italianos cuentan con presencia catalana este año. Este lunes y martes la Bienal de Teatro de Venecia acoge 'The Mountain', de Agrupación Señor Serrano, estrenada en el marco del Grec hace un año.

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