Película

'Fast & Furious 9': peligro, mujeres empoderadas al volante

Ellos conducen bien en la saga automovilística. Ellas conducen mejor. Russ Meyer y Quentin Tarantino ya abordaron antes el empoderamiento al volante

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Quim Casas

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El tópico machista dice que los hombres conducen mejor que las mujeres, y el cine no ha hecho nada para desmentirlo. La saga de ‘Fast & Furious’ tiene una evidente virilidad y ha jugado a las ‘buddy movies’, como en ‘Fast & Furious: Hobbs & Shaw’, pero los personajes femeninos no son simples comparsas y han demostrado, con creces, manejarse igual de bien al volante, con frenadas, 'drifting', saltos y todo lo que los guionistas tengan a bien imaginar para sus coches tuneados. Son realmente un peligro al volante, pero no en el sentido del chascarrillo machirulo.

Aunque Toretto/Vin Diesel siga siendo la máxima estrella de la función dentro de un coche, en ‘Fast & Furious 9’ no le van a la zaga las dos heroínas eternas de la saga, Mia, la hermana de Toretto, y Letty Ortiz, su esposa, encarnadas por Jordana Brewster y Michelle Rodriguez. La segunda tiene, además, ese punto canalla que tan bien casa con personajes de estas características, aunque eso le haya granjeado no pocos problemas, como cuando fue despedida del rodaje de la serie ‘Perdidos’ por conducir en Honolulú bajo los efectos del alcohol y ser arrestada por la policía. En los filmes de ‘Fast & Furious’, Rodriguez puede conducir más borracha que una cuba; como mucho, romperá los tapacubos y retrovisores del automóvil.

En esta nueva entrega, también conduce divinamente por las calles de Londres la veterana Queenie (Helen Mirren). Au que el personaje femenino que se lleva la palma como conductora empoderada es el de Megan Ramsey (Nathalie Emmanuel). Hasta ahora, en la serie, la conocíamos como ‘hacker’, pero en el último filme debe conducir un camión en cuyo interior se encuentra un enorme electroimán. Ramsey no sabe ni cómo se ponen las marchas, pero a los cinco minutos ya está manejando el vehículo con la solvencia de sus compañeras. Las autoescuelas están sobrevaloradas.

Pioneras

¿Es la primera vez que vemos a tres o más mujeres conducir con algo más que destreza en las escenas de acción? No, aunque hay pocos ejemplos. Hemos visto a mujeres conducir de forma trepidante a lo largo de una película, pero en otros marcos genéricos: en el thriller ‘Instinto básico’, Sharon Stone lleva su deportivo de perlas por el valle californiano de Carmel, perseguida de cerca por Michael Douglas, y Angelina Jolie conduce a lo loco, pero no mejor que Nicolas Cage, en ’60 segundos’.

La única fuente de inspiración directa para las agresivas conductoras de ‘Fast & Furious 9’ son las tres jóvenes de ‘Death proof’ (2007), quienes conducen (y pegan) más y mejor que el psicópata del volante encarnado por Kurt Russell. A su vez, el filme de Quentin Tarantino tenía mucho que ver con uno de los célebres ‘exploit’ de Russ Meyer, ‘Faster Pussycat! Kill! Kill!’ (1965), cuyas tres protagonistas, gogós de profesión, también pisan a fondo el acelerador en busca de gresca. Meyer ya había experimentado el placer femenino de la conducción, aunque sobre dos ruedas, con ‘Motor psycho’, también de 1965, en la que una mujer y un hombre persiguen en moto a tres motociclistas asesinos y violadores. Nancy Sinatra también iba en moto en ‘Los ángeles del infierno’ (1966), pero siempre sentada detrás de Peter Fonda.

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