Crítica de música

Víctor Manuel, todo en su sitio en el Estadi Olímpic

El recital del cantautor, recorriendo sus clásicos en buena forma vocal, puso un suelo seguro en tiempos de fotos movidas

Victor Manuel

Victor Manuel / Ferran Sendra

Jordi Bianciotto

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Víctor Manuel cantaba en su último disco que “casi nada está en su sitio”, y este viernes en el Estadi Olímpic nos pareció que ese “casi” bien podía representarlo él, con su cartapacio de canciones celebradas por audiencias de toda condición, su serena manera de estar en el escenario y su voz en el justo punto de siempre. El mundo tiembla, pero ahí está el asturiano, ayudándonos a pisar un suelo seguro durante un par de horas.

Vino al ciclo Cruïlla XXS sin canciones de estreno (“cosa que me agradecéis seguramente”, bromeó), aunque no pasó por alto algunas de ese álbum de 2018, como ‘Allí arriba al norte’, que abrió la sesión avistando su “paraíso natural”, “entre el monte y el mar”, al son de la flauta céltica. Honró la cultura popular (‘La romería), señaló cuentas pendientes (‘Cómo voy a olvidarme’, con citas a cunetas y fosas comunes) y rumió contradicciones en torno a la emigración (‘Nos están preguntando’). Cancionero con sobriedad, lirismo y la simpática sensualidad de ‘Quiero abrazarte tanto’.

Víctor Manuel es un grande de la canción en castellano, y aunque decir eso hace veinte años era de Perogrullo, quizá recordarlo en 2021 no está de más. El concierto fue un compendio de sus mejores páginas, desde las más festejadas (‘Bailarina’, ‘Ay amor’, ‘Soy un corazón tendido al sol’) a esas piezas que él califica de “desgraciadas”, más inadvertidas, como ‘Canción pequeña’, con una melodía que haría feliz a Michel Legrand.

Sonaron todas con su reconocible templanza, de trazo conservador en los arreglos, porque no vamos a esperar ahora que Víctor Manuel se pase al trap, transmitiendo una emoción antigua y familiar. Partituras que, en su voz de confianza, rompen las barreras del cinismo y del estar de vuelta de todo, como ‘Solo pienso en ti’, todavía estremecedora tantos años después.