Crítica de libros

Crítica de 'La desaparición de Adèle Bedeau': deslumbrante laberinto de espejos

Tras el éxito de ‘Un plan sangriento’, Impedimenta rescata la primera novela de Graeme Macrae Burnet, un apasionante ‘thriller’ psicológico rural

El escritor escocés Graeme Macrae´, durante su visita a Barcelona en 2019.

El escritor escocés Graeme Macrae´, durante su visita a Barcelona en 2019. / MARTÍ FRADERA

Marta Marne

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Manfred Baumann es un hombre anodino que lleva una vida sin sobresaltos en la localidad francesa de Saint-Louis. Es director de banco, no está casado, come cada día en la misma mesa del Restaurant de la Cloche y se siente orgulloso de ser la última incorporación al grupo de partidas semanales de bridge. Desde su pequeño rincón del mundo se ha fijado en Adèle Bedeau, la camarera que siempre le atiende. Una mañana la joven no acude a trabajar y esa ausencia pone en alerta a los habituales del bistró.

‘La desaparición de Adèle Bedeau' es la primera novela de Graeme Macrae Burnet, autor de la finalista del Premio Booker ‘Un plan sangriento’. A pesar de lo que podamos pensar por el título del libro, la trama centra el foco sobre Manfred y sobre Gorski, un inspector de provincias obsesionado con un caso que nunca logró resolver. Gorski no tardará en sospechar de Manfred, y toda la obra se convertirá en un laberinto de espejos en el que el narrador tratará de convencernos a partes iguales de la culpabilidad e inocencia de Manfred. Para conseguirlo recurrirá a una serie de clichés y de lugares comunes dentro del género pero, gracias a cómo se sirve de ellos para retorcerlos y generar suspense, la narración resulta deslumbrante.

Como broche final, la novela cuenta con un epílogo del propio autor en el que a través de un juego metaliterario nos habla de Raymond Brunet, el supuesto verdadero escritor del libro. De cómo la obra se convirtió en un éxito tras su publicación original en 1982 y cómo su adaptación al cine se transformó en un film de culto. Una ópera prima apasionante.